You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
PAGINA 6 |<br />
APUNTES PARA EL ARTE ARGENTINO / DUCHAMP EN BUENOS AIRES<br />
ga, exigi<strong>en</strong>do, <strong>en</strong>tre otros reclamos, una suba de <strong>en</strong>tre un 20<br />
a un 40 % de su salario, jornadas de ocho horas, reincorporación<br />
de compañeros despedidos, etc. Por esos mismos días,<br />
luego de tres meses <strong>en</strong> la ciudad, Duchamp ya había decidido<br />
consagrar su estadía al juego del ajedrez.<br />
En un <strong>en</strong>sayo anterior titulado “De otra máquina célibe”( <strong>en</strong><br />
“La vuelta al día <strong>en</strong> och<strong>en</strong>ta mundos”, de 1967) Cortázar fantasea<br />
con una hipótesis que sabe imposible: un viaje conjunto<br />
de Raymond Roussel y Duchamp a Bu<strong>en</strong>os aires. Le sirve<br />
de disparador el párrafo de inicio de la novela del primero,<br />
“Locus Solus”: “El 15 de marzo de 19..., con la int<strong>en</strong>ción de<br />
hacer un largo viaje por las curiosas regiones de América del<br />
Sur, me embarqué <strong>en</strong> Marsella a bordo del Lyncée, rápido paquebote<br />
de gran tonelaje destinado a la línea de Bu<strong>en</strong>os Aires”.<br />
Acto seguido aclara que el Lyncée es una nave imaginaria<br />
y que Duchamp y Roussel jamás se conocieron: el primero<br />
espió al novelista jugar al ajedrez <strong>en</strong> el café La Rég<strong>en</strong>ce, el<br />
del poema de César Vallejo, y que “omitió pres<strong>en</strong>tarse”. (Duchamp,<br />
admirador incondicional de Roussel, había conocido<br />
la obra de éste bajo iniciación de Apollinaire).<br />
7. Durante muchísimos años, qui<strong>en</strong>es custodiaron el misterio<br />
de la estadía duchampiana <strong>en</strong> Bu<strong>en</strong>os Aires fueron los patafísicos<br />
porteños (sin dudas Cortázar, pionero <strong>en</strong> su divulgación,<br />
fue a su vez influ<strong>en</strong>ciado por ellos). Albano Rodríguez,<br />
Eva García, Juan Esteban Fassio, Jaime Rest, Paco Porrúa<br />
y Fredi Guthmann, <strong>en</strong>tre otros, lo mismo que surrealistas como<br />
Juan Andralis y Aldo Pellegrini, tejieron <strong>en</strong> secreto cada<br />
una de las alternativas de este viaje. La recuperación de los<br />
relatos sobre esta perman<strong>en</strong>cia no debería ser otra cosa que<br />
un hom<strong>en</strong>aje a estos pioneros. Nos referimos, claro, a un<br />
tiempo <strong>en</strong> el cual el conceptualismo era sólo una poética del<br />
marchand du sel y no un horizonte de s<strong>en</strong>tido. Es decir, no<br />
existía el conceptualismo, sino únicam<strong>en</strong>te obras conceptuales<br />
de Duchamp.<br />
8. “Mi<strong>en</strong>tras recorría estos lugares de la ciudad p<strong>en</strong>saba que<br />
no existía ningún ready–made arg<strong>en</strong>tino de Marcel Duchamp.<br />
En una de sus cartas, el artista se queja de que “nada está hecho<br />
aquí; he <strong>en</strong>contrado el d<strong>en</strong>tífrico francés del cual me había<br />
olvidado completam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> New York”. Marcel <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
a París <strong>en</strong> Bu<strong>en</strong>os Aires, nada está hecho aquí: ¿cómo podría<br />
<strong>en</strong>tonces <strong>en</strong>contrarse lo ya hecho (un ready – made)? Si el<br />
ready – made es un mom<strong>en</strong>to cualquiera <strong>en</strong> la transitoriedad<br />
y fugacidad modernas (“proyectando para un mom<strong>en</strong>to futuro<br />
- tal día, hora, minuto – inscribir un ready – made”), Duchamp<br />
no inscribió ninguno <strong>en</strong> los meses que estuvo aquí [Sin embargo,<br />
el mismo día <strong>en</strong> el que desembarca <strong>en</strong> Francia hace el<br />
ready – made “Air de Paris”]. A lo sumo, su obra más perdurable<br />
son unas piezas de ajedrez, verdaderos emblemas de<br />
su viaje. El tablero había reemplazado a la ap<strong>en</strong>as <strong>en</strong>trevista<br />
ciudad: “juego noche y día y nada <strong>en</strong> el mundo me interesa<br />
más que <strong>en</strong>contrar la movida justa”, escribe el 3 de mayo de<br />
1919. “ Gonzalo Moisés Aguilar.<br />
9. Entre el 15 de marzo y el 23 de abril de 1919 aparece Martín<br />
Fierro (su primera época), revista bim<strong>en</strong>sual. Al mismo<br />
tiempo también comi<strong>en</strong>zan a circular otras revistas como Bases,<br />
Claridad, Billik<strong>en</strong> y El Gráfico (la hipotética imag<strong>en</strong> de<br />
Duchamp (h)ojeando cualquiera de estas revistas resulta<br />
conmovedora). Muere Ramón Silva. Los diarios publican muchos<br />
artículos sobre las incipi<strong>en</strong>tes hazañas de la aviación.<br />
Se funda la Sociedad Arg<strong>en</strong>tina de Actores. Armando Discépolo<br />
da a conocer “El Vértigo”, Manuel Gálvez “Nacha Regules”,<br />
Baldomero Fernández Mor<strong>en</strong>o “Campo Arg<strong>en</strong>tino”, Alfonsina<br />
Storni “Irremediablem<strong>en</strong>te” y Paul Groussac “Los que<br />
pasaban”. En una emboscada muere Emiliano Zapata. Ajustician<br />
a Rosa de Luxemburgo. En los Estados Unidos comi<strong>en</strong>za<br />
a regir la Ley Seca. Gropius crea la Bauhaus y Kandisky<br />
da clases <strong>en</strong> Moscú donde se funda la III Internacional.<br />
En tanto, Duchamp sigue añorando la vida nocturna de París<br />
y Nueva York, inexist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la Bu<strong>en</strong>os Aires de aquellos<br />
años.<br />
10. Hacia fines de los años och<strong>en</strong>ta, Lea Lublin comi<strong>en</strong>za a<br />
realizar su obra de reconstrucción duchampiana: da a conocer<br />
sus primeros frutos <strong>en</strong> la muestra “Pres<strong>en</strong>te susp<strong>en</strong>dido.<br />
Marcel Duchamp <strong>en</strong> Bu<strong>en</strong>os Aires 1919 –1991”. En las obras<br />
pres<strong>en</strong>tadas (a modo de docum<strong>en</strong>tos) pone énfasis <strong>en</strong> el atelier<br />
de la calle Sarmi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que trabajó, la v<strong>en</strong>tana que<br />
más tarde sería la Fresh Widow, útiles estroboscópicos que<br />
usó para su “petit verre”, y un afiche del cual probablem<strong>en</strong>te<br />
el artista francés se haya inspirado para componer su Rrose<br />
Sélavy. ¿Por qué 1919 y no 1918? No lo sabemos. Lo mismo<br />
que el acta notarial que hizo redactar <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to de ingresar<br />
al supuesto atelier, <strong>en</strong> el verano de 1990 (pero ¿a dónde<br />
llevó a escribano?) y exhibe, con las direcciones tapadas.<br />
Sí sabemos, <strong>en</strong> cambio, del mal juicio de Guillermo de Torre sobre<br />
el núcleo de este travestismo nominal, tal como queda explícito<br />
<strong>en</strong> el <strong>en</strong>sayo “Neodadaísmo y Superrealismo”, aparecido <strong>en</strong><br />
el número 6 de la revista Proa, de <strong>en</strong>ero de 1925, dirigida por su<br />
cuñado Borges, Brandan Caraffa y Ricardo Güiraldes:<br />
“Otra exploración desviada del superrealismo es el “retruecanismo”<br />
insalvable <strong>en</strong> que algunos de sus devotos incurr<strong>en</strong>.<br />
Aludimos al desnudo piruetismo de palabras, a su ayuntami<strong>en</strong>to<br />
inconexo, a una especie de reverso del “calembour” o<br />
estilización del retruécano utilizado prefer<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te por Marcel<br />
Duchamp. Bajo el pseudónimo de Rrose Sélavy han podido<br />
leerse <strong>en</strong> varios números de “Littérature” unas especies de<br />
juegos de palabras absolutam<strong>en</strong>te hueros, y por otra parte, intraducibles.<br />
Véase, si no:<br />
“La mort dans le flot est-elle le dernier mot des forts?”