Informe de investigación sobre el lugar, pertinencia e impacto de los ...

La racionalidad de una persona humana con actitud filosófica abraza el
reconocimiento del otro integrado a un ciclo de vida en donde su desarrollo
se constituye matices abiertos a la movilidad, a la transformación, al
cambio, a la interaccionalidad de diferencias, igualdades, magnitudes que se
comprenden en el acercamiento de voces, de escuchas, de vínculos, de
personas. Este ejercicio ineludible para el humano construye historias,
historias en las que “todo ser humano no es un ser total, terminado con su
mundo mental coherente, sensorial, pleno de sentido, vulnerable e
incesantemente mejorable. Sin embargo, en ese caso, todo el mundo debe
participar en la resiliencia. El vecino debe inquietarse por la ausencia de la
señora mayor, el joven deportista debe ponerse a jugar con los chavales del
barrio, la cantante debe reunir un coro, el actor debe poner sobre el
escenario un problema actual, y el filósofo ha de engendrar un concepto y
compartirlo. Sólo entonces podremos considerar que cada personalidad
avanza en el transcurso de la vida, siguiendo su propio camino, que es
único. Está nueva actitud ante las pruebas de la existencia nos invita a
considerar el traumatismo como un desafío.” 28
28 Ibid p.s. 36 - 37
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