09.05.2013 Views

para descargar o visualizar el libro - Libros gratis

para descargar o visualizar el libro - Libros gratis

para descargar o visualizar el libro - Libros gratis

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

mostraron poco concienciadas y nada acertadas. En vez de detener al sospechoso y<br />

tantearle sobre sus propósitos, evaluando <strong>el</strong> riesgo real, se dedicaron a examinar<br />

rigurosamente la denuncia, sometiendo a la mujer a esa sensación que más de uno ha<br />

tenido en la comisaría o <strong>el</strong> cuart<strong>el</strong>illo cuando trata de combatir un d<strong>el</strong>ito y se siente<br />

tratado como un d<strong>el</strong>incuente. Es algo que desde <strong>el</strong> franquismo todavía pasa.<br />

Gabri<strong>el</strong>a era víctima de c<strong>el</strong>os exacerbados que llevaron al presunto autor de su muerte<br />

al acoso y la amenaza. Según sus palabras, era obligada a seguir al que había sido su<br />

compañero sentimental contra su voluntad; también contra su voluntad, someterse a sus<br />

deseos. Esto pasa todos los días y podemos sospechar que muchas mujeres no denuncian<br />

porque no se fían de las promesas tan publicitadas d<strong>el</strong> Gobierno. En realidad, ¿es capaz <strong>el</strong><br />

Ejecutivo de proteger a las mujeres contra <strong>el</strong> maltrato?<br />

Cada crimen de género desv<strong>el</strong>a que no. La muerte reiterada de las mujeres a manos de<br />

sus esposos o novios es un nuevo fracaso de una política de fuegos de artificio. Se<br />

prometen intervenciones rápidas, pero se pierden en <strong>el</strong> barullo de juzgados que están a<br />

reventar de asuntos menores; tomando como mayores los de persecución y muerte.<br />

Por otra parte, los mismos agentes que trabajan a diario con las denuncias de género<br />

no están lo suficientemente sensibilizados. Una prueba más es esta de la mujer boliviana<br />

que acude con pánico a denunciar y con pánico la despiden sin arrebatarla de los brazos<br />

de su agresor.<br />

La mala política de la lucha contra la violencia de género parte de una falta de<br />

comprensión general, lo que evita conocer que, en definitiva, se combate a d<strong>el</strong>incuentes.<br />

Criminales que golpean, acosan y abusan de sus víctimas hasta que un día las matan. Eso<br />

no lo hacen hombres normales y corrientes deformados por una pútrida idea política<br />

cruzada de machismo, sino d<strong>el</strong>incuentes a los que se les concede <strong>el</strong> estatus de anómalos<br />

sociales y se pretenden desactivar mediante lavados de cerebro.<br />

Gabri<strong>el</strong>a se creyó la propaganda oficial de que las mujeres están defendidas,<br />

comprendidas y respaldadas. Cuando se vio en p<strong>el</strong>igro trató de cubrirse, comportándose<br />

como una buena y crédula ciudadana. Eso no impidió que fuera apuñalada hasta la<br />

muerte en <strong>el</strong> r<strong>el</strong>lano de la escalera, a la vista de su madre e hijo.<br />

La peripecia sentimental de Gaby, como la llamaban sus amigos, había sido complicada,<br />

pero últimamente evolucionaba hacia la amenaza y la violencia. Ella pensó que, echándole<br />

valor, podría ponerle punto y final. En España, <strong>para</strong> su desgracia, se procura solapar la<br />

eficacia con la buena voluntad y las iniciativas de esca<strong>para</strong>te. En menos de un año, siete<br />

mujeres han muerto en Madrid. No sabemos cuántas de <strong>el</strong>las han sido asesinadas por<br />

haber creído en la falsa seguridad d<strong>el</strong> franquismo sociológico que evita darle importancia<br />

al crimen.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!