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33<br />
VIOLADORES DE<br />
CUELLO BLANCO<br />
Tradicionalmente los d<strong>el</strong>incuentes de «cu<strong>el</strong>lo blanco» son aqu<strong>el</strong>los que tienen estabilidad<br />
social y no presentan marcas de haber sido descubiertos. Es decir, que roban sin<br />
aparentemente necesitarlo. Los violadores, como especie de «cu<strong>el</strong>lo blanco», han surgido<br />
en nuestro país hace solo unos años. El más reciente fue capturado en Madrid. La prensa<br />
le ha bautizado con <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong> Búho, porque atacaba a víctimas que se bajaban d<strong>el</strong><br />
transporte público nocturno. En concreto, de los autobuses de madrugada llamados<br />
búhos.<br />
Llevaban siete años tras él. Por fin lo han detenido. Y solo ha trascendido que se llama<br />
Isaac y dos iniciales, seguramente <strong>para</strong> preservar sus derechos. Ni siquiera se ha difundido<br />
una foto que podría haber facilitado <strong>el</strong> reconocimiento por parte de nuevas víctimas.<br />
Asombra que las organizaciones de defensa de la mujer violada o maltratada no lo exijan.<br />
Aun así, se le supone autor de al menos diecinueve violaciones y cinco atracos. Fíjense<br />
bien en lo que se cuenta: un p<strong>el</strong>igroso violador que ha asaltado a mujeres en siete<br />
distritos durante más de un lustro: Ciudad Lineal, San Blas, Coslada, Moncloa, Moratalaz,<br />
Hortaleza y Alcobendas, d<strong>el</strong> que no se ha advertido a la población. Parece probable que si<br />
al detectar las primeras agresiones se hubiera cursado una alerta, algunas de las violadas<br />
podrían haberse salvado. Pero nos enfrentamos al d<strong>el</strong>ito con métodos antiguos, timoratos<br />
y regidos por la política d<strong>el</strong> avestruz.<br />
El caso es que <strong>el</strong> Búho es un tipo de Vallecas, donde vivía plácidamente con su madre.<br />
Tiene un trabajo fijo y novia formal. Salía a violar a horas fijas después de la tarea, y cada<br />
vez se iba volviendo más agresivo. Humillaba, ofendía, insultaba a sus víctimas. Les tapaba<br />
los ojos con su propia ropa interior y ejercía con <strong>el</strong>las ese tipo de «secuestro sexual» que<br />
no se sabe cómo puede acabar.<br />
La policía ha filtrado que con los datos acumulados, y dado que pese a su estrategia de<br />
entrega no acababa de meter al Búho en la gatera, sometió a consulta sus impresiones<br />
con agentes especializados d<strong>el</strong> Federal Bureau of Investigation (FBI), quienes coincidieron<br />
en la impresión de que este violador en serie, por <strong>el</strong> tiempo de actuación y <strong>el</strong> modus<br />
operandi, estaba a punto de matar. Esto es, que pronto podría convertirse en un asesino<br />
múltiple. La historia criminal está llena de estos especimenes: <strong>el</strong> Asesino de Ancianas de<br />
Santander, que primero fue <strong>el</strong> Violador de la Vespa, y Joaquín Ferrándiz, <strong>el</strong> Asesino de<br />
Cast<strong>el</strong>lón, encarc<strong>el</strong>ado por violador y puesto en libertad tras una intensa campaña de<br />
recogida de firmas. A su salida se transformó en <strong>el</strong> exterminador de cinco mujeres.