La fuerza del natural - AMPA Severí Torres

quedan con ella turbadas.
Esto paso, y aunque es este
que os explica mi ignorancia,
el accidente que siento
yo no sé cómo se llama.
AURORA. (Ap. Loco es de no mal capricho).
Eso, con menos palabras,
es amor.
CARLOS. Yo no o digo;
mas si entendéis que estas ansias
son amor, siendo vos misma
quien lo juzga y quien lo alcanza
no he de ser yo tan grosero
con deidad tan soberana,
que diga que entiende mal:
vos lo decís, y eso basta.
AURORA. (Aparte)
Recatado es para loco,
para humilde muy bien habla;
no es de este traje este estilo,
no esta osadía es villana.
ESCENA VI.
EL DUQUE, ROBERTO, CRIADOS.-DICHOS.
DUQUE. (Al salir).
Por aquí fue, llegad todos.
Aurora, ¿cómo, dilatas
entrar a ver los jardines,
que prevenidos te aguardan,
antes que entre más el sol?
Ve, que te esperan tus damas.
AURORA. Buscando vine una fuente
de las que esta verde falda
guarnece su cristal frío.
DUQUE. Dentro verá a fuentes varias
que con mármoles y jaspes
la antigua idea retratan.
AURORA. Voy, Señor, a obedecerte.
DUQUE. Alégrate con tus damas,
que es lo que mi amor desea.
AURORA. Y lo que agradece el alma.
CARLOS. (Aparte).
¡Oh, loca pasión! ¿qué quieres?
AURORA. (Aparte).
Deste villano admirada
voy, porque se infieren dél
Consecuencias muy contrarias. (Vase).
ESCENA VII.