La fuerza del natural - AMPA Severí Torres

y que se pueda creer
que es delito responder,
siendo tercera una estrella!
CARLOS. Haz que responda discreta.
JULIO. Muy poca merced me hacéis;
¿Por qué no me respondéis?
¿No es hoy día de estafeta?
AURORA. Dices bien, y quiero yo
tantos extremos pagarlos:
lléveos la respuesta Carlos,
pues Carlos por vos habló.
CARLOS. (Aparte)
¡Ah necio, ignorante amor,
que me estás dando a entender
que escuchar y responder
es mas distinto favor!
AURORA. Digo que estimo en extremo
las lisonjas que me hacéis,
que mucho a mi fe debéis,
que vuestra verdad estimo,
que sois cortés y discreto;
y no sé si agradecida...
(Ap. Detente, lengua atrevida,
que atropellas mi respeto).
CARLOS. Decid.
AURORA. Y a no ser los dos
tan opuestos, me obligáis
de suerte...
CARLOS. ¿Con quién habláis?
AURORA. Con Julio. ¿He de hablar con vos?
JULIO. Craro está, Dios me es testigo,
que sos tonto con efeto:
si dice que so discreto,
craro está que habra conmigo.
CARLOS. Y en fin ¿decís...
DUQUE. (Dentro).
Al jardín
todos los maestros vengan.
CARLOS. Que Julio...
AURORA. Que el Duque viene
Os doy sólo por respuesta;
y después...
CARLOS. ¿Tendréis piedad...
AURORA. (Aparte)
¿Cómo me despeño ciega?
CARLOS. ¿De mi amor?
AURORA. Lo que yo haré
(Ap. El alma se cobre atenta),
será castigar en vos
una osadía tan necia,