La fuerza del natural - AMPA Severí Torres

ALEJANDRO. Apuestas de entendimiento
(Levántase)
tienen fin dificultoso;
y así, pues Carlos venció
sea el laurel de su frente.
JULIO. Carlos, Carlos, ciertamente
que me vó enfadando yo;
¿para que es tanto garlar?
¿Tan grande es su soficencia?
DUQUE. (Ap. a Carlos)
Carlos, ya tu competencia
le ha empezado a provocar.
CARLOS. Sí, Señor.
DUQUE. (A Alejandro).
En lo que es juego
no sea el enojo testigo
Alejandro, ven conmigo.
AURORA. (Aparte)
¡Que el Duque ayude mi fuego!
DUQUE (Ap.) ¡Ah, el encontrase dotrina
en este modo de obrar! (Vase).
JULIO. Pues no me dan de cenar,
yo me voy a la cocina. (Vase).
ALEJANDRO. (Aparte)
Nada me sucede bien. (Vase).
CARLOS. (Aparte)
Todo alienta mi disgusto.
AURORA. (Aparte)
¡Que aqueste precepto injusto
haga del amor desdén!
(Vanse Camila y Gila).
ESCENA X.
CARLOS, AURORA.
CARLOS. (Deteniendo a Aurora).
¿Señora?
AURORA. ¿Qué me queréis?
CARLOS. Esto preguntaros quiero
a solas: ¿Sois de opinión
de que un amante su afecto
Refiera al sugeto amado?
AURORA. La opinión que a solas llevo
es, que el que dice su amor
es atrevido o es necio.
CARLOS. Pues no tengo qué deciros.
AURORA. Andaréis, Carlos, muy cuerdo;
porque en la verdad no valen
las consecuencias del juego.
CARLOS. Pues voyme; que yo quería
deciros que amante muero