La fuerza del natural - AMPA Severí Torres

JULIO. Aquí dice a la primera:
«perdonad, prima, por Dios».
AURORA. ¿Pido yo limosna? El juicio
le falta.
JULIO. Segunda: a eso
dice «que la mano os beso,
y vengo a vueso servicio».
No vengo tal, arre allá,
un puerco es quien lo escribió.
¿A vueso servicio yo?
AURORA. Para servirme dirá.
Mas la obligación que veis,
siempre a serviros me obliga.
JULIO. Tercera: a eso diz que diga:
«Vos, prima, lo merecéis».
DUQUE. (Ap.) Corrido estoy del efeto
que en él causa lo que ignora.
Yo no entiendo cómo a Aurora
le ha parecido discreto.
JULIO. Esto es saber responder.
DUQUE. Déjame el papel a mí.
JULIO. No, que también viene aquí
para después de comer.
DUQUE. ¿Tanto incluye?
JULIO. Es muy profundo.
Con el papelillo puede
andarse uno, si sucede,
viendo primas por el mundo.
AURORA. (Aparte)
Aun el intento me agravia
del Duque, y con él me irrito.
DUQUE. Pues ¿quién el papel te ha escrito?
JULIO. Carlos, que sabe que rabia.
DUQUE. ¿Dónde está?
CARLOS. A tus pies, Señor,
humilde viene y rendido.
Quien dichoso ha merecido
de ser tu esclavo el favor.
DUQUE. ¿No sois hijo de Roberto?
CARLOS. Sí, Señor.
DUQUE. (Ap.) Su discreción
admira; esta oposición
el corazón me ha cubierto.
AURORA. (Aparte)
¡Cielos, este era el que yo
por mi dueño presumí!
Lo que escuché y yo que vi
mi corazón engañó.
Su talle, su entendimiento
prometió lo que esperaba;