El cristianismo. Esencia e historia - Laicos
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B.II. LOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES CENTRALES<br />
ser una nueva ley. De forma muy concreta, lejos de toda casuística y<br />
legalismo, de manera no convencional y atinada, Jesús invita al individuo<br />
a la obediencia a Dios, que debe abarcar la totalidad de su vida.<br />
Llamadas sencillas, transparentes, liberadoras, que renuncian a argumentos<br />
de autoridad y de tradición, pero indican ejemplos, signos, síntomas<br />
para la vida cambiada. Grandes orientaciones que no admiten<br />
peros, que ayudan, formuladas a veces con exageración: si tu ojo te<br />
lleva a la trampa, iarráncatelo! Sea tu discurso sí, sí, no, no. iReconcíliate<br />
primero con tu hermano! Cada cual tiene que hacer la aplicación<br />
concreta a su propia vida.<br />
En todo caso, con la «justicia mejor» o con la «perfección,) no se<br />
quiere dar a entender un incremento cuantitativo de las exigencias.<br />
Como permiten conocer las antítesis del Sermón de la Montaña 61 , Jesús<br />
no realiza precisamente aquella obediencia a la tilde o acento de la letra<br />
de la ley, obediencia que exige un logion judeocristiano citado por Mate0<br />
62 • Si fuera así, quedaría aguada la obediencia 6 3, en ese caso no liberal,<br />
sino ultraconservadora. Su mensaje en modo alguno es una suma de<br />
mandamientos. Seguir a Jesús no significa cumplir un número de normas.<br />
Por algó se abre el Sermón de la Montaña con las bienaventuranzas<br />
a los desdichados. <strong>El</strong> regalo, el don, la gracia preceden a la norma, a<br />
la exigencia j , a la instrucción: toda persona está llamada, a cada uno se<br />
le ofrece la salvación, sin prestaciones previas de ningún tipo. Y las<br />
instruc;.ciones mismas son consecuencias de su mensaje del Reino de<br />
Dios. <strong>El</strong> toma postura sólo a título de ejemplo, de signo.<br />
Esto es el denominador general del Sermón de la Montaña: ¡Hágase<br />
la voluntad de Dios! La exigencia de Dios se entremezcla, trasciende<br />
y rompe las limitaciones mundanas y los órdenes jurídicos. Los desafiantes<br />
ejemplos del Sermón de la Montaña 64 no quieren establecer con<br />
precisión una frontera legal: sólo la mejilla izquierda, dos millas, la<br />
capa; si no, vas a saber lo que cuesta un peine. La exigencia de Dios<br />
apela a la magnanimidad del hombre, tiende a un más, a lo incondicionado,<br />
a lo ilimitado, al todo. ¿Puede Dios estar satisfecho con una obediencia<br />
limitada, condicionada, formal, sólo porque se manda o se prohíbe<br />
algo? En ese caso se dejaría fuera una cuestión última que no<br />
pueden captar ni siquiera las prescripciones jurídicas y legales más minuciosas<br />
y que, sin embargo, es decisivo para la actitud de la persona.<br />
Dios quiere más: reclama no sólo la mitad de la voluntad, sino su totalidad.<br />
Él exige no sólo lo externo controlable, sino también lo interno<br />
incontrolable, el corazón del hombre. No sólo quiere buenos frutos,<br />
sino el árbol buen0 65 • No sólo la actuación, sino el ser. No algo, sino a<br />
mí mismo, y a mí mismo al completo.<br />
Eso quieren dar a entender las sorprendentes antítesis del Sermón<br />
de la Montaña, donde al derecho se contrapone la voluntad de Dios:<br />
no sólo el adulterio, el perjurio, el asesinato, sino también aquello que<br />
la ley no puede recoger, la mente adúltera, el pensar y hablar con false-<br />
68<br />
4. ¡QUÉ HACE CRISTIANO A UN HOMBRE1<br />
Decálogo y<br />
Sermón de la Montaña<br />
"Yo soy el Señor, tu Dios. No tendrás<br />
otros dioses rivales míos.<br />
»No te harás representación alguna de<br />
Dios. No pronunciarás el nombre del<br />
Señor, tu Dios, en falso.<br />
»Fíjate en el sábado para santificarlo.<br />
»Honra a tu padre y a tu madre.<br />
»No matarás.<br />
»No cometerás adulterio.<br />
»No robarás.<br />
»No dirás testimonio falso contra tu<br />
prójimo.<br />
»No codiciarás los bienes de tu<br />
prójimo.<br />
»No codiciarás la muier de tu próiimo,<br />
ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey,<br />
ni su asno, ni nada que sea de él»<br />
(t:x20,1-21)<br />
69<br />
t<br />
"Nadie puede estar al servicio de dos<br />
amos [ ... ] No podéis servir a Dios y al<br />
dinero» (Mt 6,24).<br />
"Pues yo os digo: no juréis en absoluto,<br />
ni por el cielo ni por la tierra [ ... ] ni por<br />
Jerusalén» (Mt 5,34s).<br />
"Supongamos que uno de vosotros<br />
tiene una oveja, y que un sábado se le<br />
cae en una zanja, ¿la agarra y la saca o<br />
no? Pues icuánto más vale un hombre<br />
que una oveja! Por tanto, está permitido<br />
hacer bien en sábado» (MI 12,11s).<br />
"<strong>El</strong> que quiere a su padre o a su madre<br />
más que a mi, no es digno de mí»<br />
(Mt 10,37).<br />
"Pues yo os digo: Todo el que trate con<br />
ira a su hermano será condenado por<br />
el tribunal» (Mt 5,22).<br />
"Pues yo os digo: Todo el que mira a<br />
una muier casada excitando su deseo<br />
por ella, ya ha cometido adulterio con<br />
ella en su interior» (Mt 5,28).<br />
"Si uno te abofetea en la mejilla derecha,<br />
vuélvele también la otra»<br />
(Mt5,28).<br />
"Que vuestro si sea un sí y vuestro no<br />
un no; lo que pasa de ahí es cosa del<br />
Malo» (Mt 5,37).<br />
"Todo lo que querríais que hicieran los<br />
demás por vosotros, hacedlo vosotros<br />
por ellos, porque eso significan la Ley y<br />
los Profetas» (Mt 7,12).<br />
"Pues yo os digo: Todo el que repudia<br />
a su mujer, fuera del caso de unión<br />
ilegal, la empuja al adulterio» (Mt 5,32).<br />
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