gastronomía - Fundación Turismo para Todos

FUNDACIÓN TURISMO PARA TODOS
que dice que:
Hoy cada cliente es más exigente.
El cliente es difícil de captar.
El cliente es fácil de perder.
El cliente es mucho más difícil de mantener.
2- La higiene
Es importante considerar que la principal variable de valorización de un
turista, identificada a nivel mundial -luego de las tradicionales y fundamentales
como son la calidad, el precio, la originalidad de la oferta y la
seguridad-, en la elección de un destino o prestador de servicio es la higiene.
Podemos hacer la afirmación que la higiene sigue siendo una cuenta
pendiente de la mayoría de los establecimientos gastronómicos
y podemos identificar tres responsables de los problemas por la falta de
higiene:
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El primero es el cliente. La gran mayoría de los establecimientos
gastronómicos tiene graves problemas de higiene y buena
parte de la responsabilidad es de la propia cultura de los clientes.
Podemos observar cotidianamente, por ejemplo, que se hace un
muy mal uso de los sanitarios públicos y como siempre la culpa no
es del usuario en la mal utilización de los mismos, sino de “otros”.
Una de las paradojas de la situación es que la falta de higiene
figura en los primeros lugares entre las quejas de los visitantes,
mientras que el problema se debe en una gran parte a las malas
prácticas de los propios clientes.
El segundo responsable es el propio prestador de servicio,
que no tiene una conciencia empresarial en relación al tema y por
ende no cuenta con una estrategia continua para la neutralización
del problema. El área de sanitarios públicos tiene tanta importancia
como el salón en la valorización del establecimiento gastronómico
por parte del cliente, no lo olvide nunca. A nivel urbano,
es este tal vez el sector que más cantidad de residuos y por ende
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GASTRONOMÍA
suciedad produce diariamente, observamos que una gran mayoría
no respetan los horarios y las normas establecidas en el manejo de
los residuos, así como tampoco limpian sus veredas permanentemente
si tienen servicios en la vía pública ya que muchos prestadores
no tienen una cultura de cuidado del espacio público.
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El tercer responsable es el organismo municipal, que no tiene
políticas claras y duras sobre el tema, generalmente los sistemas
de control fallan o no existen así como no existen tampoco campañas
de educación sobre este tema.
3- Los aromas u olores y la gastronomía
El Turismo en el tercer milenio no sólo está sujeto a la hora de la convocatoria
o de la satisfacción de los viajeros a partir de los tradicionales sistemas
de marketing, sino que nos obliga a dar un paso más en los elementos
que persuaden y convencen, entre los que rescatamos los sentidos.
El empresario hotelero y gastronómico puede predisponer favorablemente
a su cliente a través de los olores que transmitan sensaciones agradables.
Así se producirá un efecto positivo en la mente del cliente, potenciando
el confort de las instalaciones y la calidad del servicio.
El olfato es uno de los sentidos del ser humano, y los olores que a
través del mismo percibimos, son automáticamente clasificados en
nuestra mente, transmitiendo recuerdos, informaciones y mensajes
positivos o negativos, en función de la identificación que cada uno
hace de estos olores.
Es innegable que las técnicas de marketing han olvidado este sentido, se
han preocupado más de la vista, el oído, el tacto y el gusto.
En los hoteles y restaurantes podemos comprobar, con excesiva frecuencia,
cómo los platos son preparados y decorados para la vista; condimentados
para el gusto; la mantelería y la cristalería para el tacto, e incluso la
disposición y acondicionamiento de la sala contempla el sonido. Parece
que los encargados de esos grandiosos asadores criollos poco se preocupan
de los olores a grasa y carne.