11.05.2013 Views

Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

las palabras <strong>de</strong>l Señor, porque esto nos<br />

dará el mapa <strong>de</strong>l camino a seguir.<br />

¿Puedo alentaros hoy a estudiar las<br />

Escrituras? En el transcurso <strong>de</strong> mi vida<br />

he encontrado que en ellas están las respuestas<br />

para cada problema que he<br />

tenido. Permitidme citaros algunas experiencias<br />

personales que atestiguan <strong>de</strong><br />

su gran<strong>de</strong>za, ocasiones en las que he encontrado<br />

respuestas a problemas, y<br />

oportunida<strong>de</strong>s en la vida.<br />

Os mencionaré uno o dos simples<br />

ejemplos <strong>de</strong> cómo las respuestas no fueron<br />

halladas en las doctrinas <strong>de</strong>l hombre,<br />

sino en las Escrituras.<br />

Cuando fui ben<strong>de</strong>cido con mis primeros<br />

dos hijos, llegaron con solamente<br />

catorce meses <strong>de</strong> diferencia. La primera<br />

fue una niña, y el segundo un niño.<br />

¡Cómo disfrutaban al jugar juntos, durante<br />

esos primeros años! Sin embargo,<br />

pronto comenzaron a competir el uno<br />

con el otro; uno elegía un juguete, y el<br />

otro inmediatamente lo quería, y comenzaban<br />

á pelear para ganar control<br />

sobre él. Esto continuaba hasta que mi<br />

esposa o yo los separábamos. En esos<br />

días escuchamos un discurso pronunciado<br />

por un profesor muy conocido aconsejando<br />

a los padres cómo se <strong>de</strong>bía actuar<br />

con niños que se peleaban. Su consejo<br />

era <strong>de</strong>jar que se peleasen: "Tómenlos<br />

y pónganlos solos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un cuarto<br />

con el juguete; pronto se cansarán<br />

ambos <strong>de</strong> pelear, y entonces la paz retornará."<br />

Pusimos esta técnica a prueba,<br />

pero no surtió el efecto <strong>de</strong>seado; mis hijos<br />

parecían capaces <strong>de</strong> seguir peleando<br />

para siempre, y esto causaba <strong>de</strong>masiada<br />

confusión en nuestro hogar.<br />

Un día leímos en las Escrituras, algo<br />

diferente <strong>de</strong> lo que el catedrático nos<br />

había dicho. Encontramos que sus palabras<br />

eran contrarias a las <strong>de</strong>l Señor, y<br />

<strong>de</strong>cidimos tratar <strong>de</strong> seguir los mandatos<br />

<strong>de</strong>l Señor, Esto es lo que leímos:<br />

"Ni permitiréis que vuestros hijos<br />

an<strong>de</strong>n hambrientos o <strong>de</strong>snudos, ni que<br />

quebranten las leyes <strong>de</strong> Dios, ni que<br />

contiendan y riñan unos con otros y sirvan<br />

al diablo, que es el maestro <strong>de</strong>l pecado,<br />

o el espíritu malo <strong>de</strong> quien nuestros<br />

padres han hablado, ya que es el<br />

enemigo <strong>de</strong> toda justicia. Mas les enseñaréis<br />

a andar por las vías <strong>de</strong> verdad y<br />

pru<strong>de</strong>ncia; les enseñaréis a amarse mutuamente<br />

y servirse el uno al otro."<br />

(Mosíah4:14-15.)'<br />

Cuando enseñamos a nuestros hijos<br />

a amarse y servirse mutuamente, ¡qué<br />

30<br />

diferencia hubo en nuestro hogar! Cesaron<br />

las peleas y los argumentos. Como<br />

podéis ver, el método <strong>de</strong>l Señor fue<br />

más eficaz.<br />

Permitidme compartir otra anécdota<br />

con vosotros. Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberme<br />

casado, fui trasladado por mi trabajo a<br />

una nueva comunidad. Me habían<br />

avanzado mucho más alto <strong>de</strong>l nivel para<br />

el cual estaba preparado, y fui trasladado<br />

a una ciudad <strong>de</strong> Idaho a ser administrador<br />

<strong>de</strong> una tienda. Había tomado este<br />

empleo seis meses antes, y el trabajo<br />

estaba muy por encima <strong>de</strong> mi capacidad.<br />

Dejé a mi familia atrás en mi primera<br />

casa mientras trataba <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>rla,<br />

y el primer mes en ese trabajo, lo pasé<br />

solo. Había encontrado que tenía tanto<br />

trabajo que solamente podía dormir cada<br />

dos noches, y adquirí un horario <strong>de</strong><br />

trabajo que comprendía un día, una noche<br />

y un día; entonces dormía una noche,<br />

y nuevamente trabajaba un día,<br />

una noche y un día.<br />

Al final <strong>de</strong>l mes mi esposa me llamó<br />

para <strong>de</strong>cirme que había vendido la casa,<br />

y fui a buscarla para traerla a la nueva<br />

localidad. Le expliqué cuan difícil era el<br />

trabajo, y el horario que me estaba imponiendo.<br />

A ella no le complacían mis<br />

prolongadas jornadas y se quejaba un<br />

poco cuando yo tenía que trabajar toda<br />

la noche. Mientras estaba envuelto en<br />

este tren <strong>de</strong> vida, un día vi llegar un auto<br />

a mi casa, y un hombre que yo jamás<br />

había visto llamó a la puerta, y me invitó<br />

a salir y sentarme con él en su automóvil.<br />

Pronto me enteré que este <strong>de</strong>sconocido<br />

era mi nuevo presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> estaca,<br />

quien me dijo que el próximo domingo<br />

iban a reorganizar el obispado <strong>de</strong> nuestro<br />

barrio. Mencionando el nombre <strong>de</strong><br />

quién sería nuestro nuevo obispo, preguntó<br />

si yo lo podía apoyar. Yo le contesté<br />

que había elegido un buen obispo.<br />

Entonces, me dijo que quería que yo<br />

fuera el segundo consejero. "¡Oh, no!"<br />

pensé. ¿Cómo me sería posible hacer<br />

eso? Como estaban las cosas, yo ya estaba<br />

durmiendo solamente noche por me- -<br />

dio. Mas él me aseguró que el Señor se<br />

ocuparía <strong>de</strong> mi trabajo si yo le servía a<br />

El en el obispado, y <strong>de</strong>cidí aceptar. .<br />

En nuestra primera reunión como<br />

obispado, nuestro obispo abrió las Escrituras<br />

y leyó ese gran pasaje acerca <strong>de</strong><br />

Moisés y Jetro, su suegro. Esto es lo que<br />

dice;<br />

"Entonces el suegro <strong>de</strong> Moisés le di­<br />

jo: No está bien lo que haces. Desfallecerás<br />

<strong>de</strong>l todo, tú, y también este pueblo<br />

que está contigo; porque el trabajo es<br />

<strong>de</strong>masiado pesado para ti; y no podrás<br />

hecerlo tú solo." (Éxodo 18:17-18.)<br />

Esta escritura me impresionó profundamente:<br />

ése había sido mi problema<br />

en el trabajo; yo estaba tratando <strong>de</strong><br />

hacer <strong>de</strong>masiado por mí mismo; sin embargo,<br />

había muchas personas en la<br />

tienda que me podían ayudar. Así que<br />

comencé a observar cómo el obispo organizaba<br />

el barrio; entonces yo lo repetía<br />

en mi propia tienda. Cuando llamó<br />

a dos consejeros para ayudarlo, yo<br />

llamé dos consejeros en la tienda; cuando<br />

llamó a un secretario, llamé también<br />

a un secretario, y <strong>de</strong> repente las cosas<br />

comenzaron a funcionar más fácilmente.<br />

Una vez más había hallado la respuesta<br />

en las Escrituras. Esa es la forma<br />

en que el Señor quiere que entendamos,<br />

leyendo las Escrituras y aprendiendo<br />

sus vías.<br />

Quisiera alentaros a que comenzarais<br />

un programa sistemático <strong>de</strong> estudio<br />

<strong>de</strong> las Escrituras; esto <strong>de</strong>bería ser un<br />

proceso diario en vuestros hogares. Mi<br />

esposa y yo las estudiamos casi todos los<br />

días. Cuando ambos estamos en casa,<br />

tratamos <strong>de</strong> estudiarlas inmediatamente<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> levantarnos. Hemos <strong>de</strong>sarrollado<br />

un plan, estableciendo cuánto<br />

queremos estudiar <strong>de</strong> las Escrituras cada<br />

año, y hemos <strong>de</strong>cidido que cada año<br />

<strong>de</strong>seamos aumentar nuestro conocimiento<br />

<strong>de</strong>l Libro <strong>de</strong> Mormón, <strong>de</strong> Doctrinas<br />

y Convenios, la Perla <strong>de</strong> Gran<br />

Precio, y el Nuevo Testamento. ¡Cuan<br />

soprendidos nos quedamos, cuando<br />

contamos todos los capítulos en esas Escrituras,<br />

y <strong>de</strong>scubrimos que podíamos<br />

completar todo nuestro plan <strong>de</strong> estudio<br />

en un año para completar esas cuatro<br />

Escrituras básicas!<br />

Cuánto ha mejorado mi entendimiento<br />

<strong>de</strong> las Escrituras, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que las<br />

leemos juntos en voz alta, porque el<br />

gran conocimiento que mi esposa tiene<br />

<strong>de</strong> ellas me ayuda a compren<strong>de</strong>rlas. Si<br />

las leyera a solas, tendría solamente una<br />

interpretación, la mía, que a veces suele<br />

no ser la mejor; pero cuando mi buena<br />

esposa me ayuda a enten<strong>de</strong>rlas, entonces<br />

me <strong>de</strong>sarrollo aún más.<br />

Quiero <strong>de</strong>safiarnos a tener un programa<br />

sistemático para estudiar las Escrituras<br />

y apren<strong>de</strong>r los caminos <strong>de</strong>l<br />

Señor, para <strong>de</strong>scubrir la esencia <strong>de</strong> lo<br />

que nos están enseñando, como han en-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!