11.05.2013 Views

Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

jamás os olvidamos y oramos siempre<br />

por vosotros.<br />

En casi todas las conferencias <strong>de</strong><br />

área tenemos una conferencia <strong>de</strong> prensa<br />

en la cual informamos a los diferentes<br />

medios <strong>de</strong> comunicación sobre nuestras<br />

creencias, a fin <strong>de</strong> que ellos puedan hacerlas<br />

conocer al mundo. Y en casi todas<br />

ellas alguien nos pregunta cuál es la<br />

diferencia entre nuestra Iglesia y las <strong>de</strong>más;<br />

por supuesto, inmediatamente<br />

mencionamos el bautismo por inmersión,<br />

la imposición <strong>de</strong> manos para comunicar<br />

el don <strong>de</strong>l Espíritu Santo, la<br />

preordinación, y muchas otras partes <strong>de</strong><br />

nuestra doctrina que difieren <strong>de</strong> todas<br />

las <strong>de</strong>más.<br />

Pero sabemos que hay algo mucho<br />

más importante. El profeta Amos dijo:<br />

"Porque no hará nada Jehová el Señor,<br />

sin que revele su secreto a sus siervos los<br />

profetas" (Amos 3:7). Es evi<strong>de</strong>nte que<br />

esto no pue<strong>de</strong> cambiar, porque Dios es<br />

siempre el mismo, en el pasado, el presente<br />

y el futuro; habiendo existido profetas<br />

en el tiempo <strong>de</strong> Adán, Abraham y<br />

Moisés, no hay razón alguna para que<br />

no los haya en el mundo en nuestros<br />

días.<br />

Los pueblos <strong>de</strong> la época <strong>de</strong> Abraham,<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong> Moisés, <strong>de</strong> la <strong>de</strong> Pedro,<br />

Santiago y Juan, recibieron instrucciones<br />

<strong>de</strong> maestros celestiales; el Señor<br />

comenzó su obra con apóstoles y profetas.<br />

A través <strong>de</strong> todas las generaciones<br />

El siempre había levantado profetas.<br />

El hombre recibió su libre albedrío<br />

al venir a la tierra, pero es necesario que<br />

se le enseñe y se le capacite poco a poco,<br />

porque el conocimiento no penetra<br />

en él súbitamente. Des<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong><br />

los tiempos, el ser humano ha vivido en<br />

forma alternada en luz y tinieblas. Pero<br />

el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l Señor es que sus hijos vivan<br />

en la luz, y con ese propósito ha elegido<br />

profetas para que los guíen, dirijan e<br />

inspiren.<br />

Cuando el hombre siente hambre espiritual,<br />

cuando trata <strong>de</strong> alcanzar algo<br />

que no encuentra, cuando sus rodillas se<br />

doblan y su voz comienza a musitar una<br />

oración, sólo entonces es que el Señor<br />

se da a conocer. Entonces es cuando bórralos<br />

límites, aparta el velo y hace posible<br />

que salgamos <strong>de</strong> las tinieblas don<strong>de</strong><br />

andamos a tientas, a la seguridad <strong>de</strong><br />

su luz eterna.<br />

Una época así fueron los días en que<br />

Abraham estuvo en la tierra. La <strong>mayo</strong>ría<br />

<strong>de</strong> las personas que lo ro<strong>de</strong>aban<br />

eran idólatras y adoraban ídolos <strong>de</strong> piedra<br />

y ma<strong>de</strong>ra. El Señor llamó a Abra-<br />

<strong>Liahona</strong>, <strong>mayo</strong> y <strong>junio</strong> <strong>de</strong> <strong>1977</strong><br />

ham para que fuera su Profeta y le dijo:<br />

"...he <strong>de</strong>scendido para librarte y para<br />

llevarte <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> tu padre y <strong>de</strong> toda<br />

tu parentela a una tierra extraña <strong>de</strong> la<br />

cual nada sabes" (Abr. 1:16).<br />

Moisés vivió en la luz y la dignidad.<br />

En esa época su pueblo estaba en Egipto,<br />

y vivía en la esclavitud; lo más importante<br />

para ellos era tener alimento<br />

para llevarse a la boca y para dar <strong>de</strong> comer<br />

a sus hijos. El Señor no era feliz<br />

con los sufrimientos <strong>de</strong> su pueblo, por<br />

lo que mandó a Moisés que los sacara al<br />

<strong>de</strong>sierto y fuera al Monte Sinaí, don<strong>de</strong><br />

El mismo le dio instrucciones para gobernarlos.<br />

Así fue como llamó un nuevo<br />

Profeta, tal como había hecho con<br />

Abraham en su época. (Véase Éxodo,<br />

capítulos 1 al 20.)<br />

Hubo <strong>de</strong>spués un largo período, la<br />

época <strong>de</strong>l obscurantismo, en el que la<br />

iglesia no estuvo organizada; pero el<br />

Señor jamás olvidó a su pueblo. El envió<br />

a Isaías, a Jeremías, a Ezequiel y<br />

otros, para que siempre hubiera un portavoz<br />

suyo en la tierra, que escribiera<br />

sus mensajes y por medio <strong>de</strong> quien pu^<br />

diera El hablar a sus hijos. Aquellos<br />

mensajes se conservaron, y así tenemos<br />

hoy el Antiguo Testamento, enorme tesoro<br />

<strong>de</strong> las revelaciones <strong>de</strong> Dios a su<br />

pueblo por intermedio <strong>de</strong> sus profetas.<br />

Uno <strong>de</strong> éstos, que tuvo po<strong>de</strong>r para ver<br />

épocas futuras, predijo que llegaría un<br />

tiempo en que no habría profetas en la<br />

tierra y la oscuridad espiritual prevalecería.<br />

El Señor Jesucristo mismo estableció<br />

su iglesia en la tierra, esta Iglesia a la<br />

cual vosotros pertenecéis. Apenas había<br />

empezado su ministerio, un día que pasaba<br />

junto al Mar <strong>de</strong> Galilea, vio allí un<br />

grupo <strong>de</strong> hombres; se acercó a ellos y<br />

les dijo: ''Venid en pos <strong>de</strong> mí, y os haré<br />

pescadores <strong>de</strong> hombres" (Mat. 4:19). Y<br />

aquellos rudos hombres, se llenaron<br />

con el Espíritu, y siguieron a Jesús; lo<br />

siguieron por colinas y valles; cruzaron<br />

ríos y atravesaron montañas en pos <strong>de</strong><br />

su Maestro. Asombrados y maravillados,<br />

lo contemplaron mientras ben<strong>de</strong>cía<br />

y sanaba a aquellos que creían en El; lo<br />

siguieron hasta el pie <strong>de</strong> la cruz, don<strong>de</strong><br />

fue cruelmente asesinado y <strong>de</strong>spués,<br />

siguieron su cuerpo hasta la tumba don<strong>de</strong><br />

le dieron sepultura. Al tercer día se<br />

enteraron <strong>de</strong> que vivía, con aquel mismo<br />

cuerpo que había tenido en la tierra;<br />

y tal como lo había prometido a sus<br />

apóstoles y profetas, volvió y se dio a<br />

conocer a los hombres.<br />

Cuando sostenemos a los Apóstoles<br />

y la Primera Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Iglesia,<br />

los sostenemos como profetas, vi<strong>de</strong>ntes<br />

y reveladores, porque esa fue la autoridad<br />

que se dio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio a los<br />

Doce Apóstoles <strong>de</strong> Jesucristo.<br />

A medida que avanzamos en la historia,<br />

generación tras generación, vemos<br />

que se organizaron cientos <strong>de</strong> diferentes<br />

religiones, <strong>de</strong> acuerdo con los caprichos<br />

<strong>de</strong>l hombre. En estas iglesias no había<br />

apóstoles ni profetas, y otra vez la oscuridad<br />

<strong>de</strong>scendió sobre la tierra; durante<br />

casi dos mil años no hubo profetas que<br />

hubiesen sido llamados por Dios y su<br />

Hijo Jesucristo, y que pudieran comunicarse<br />

con ellos y llevar a cabo su obra.<br />

Así llegó el año 1820. Colón había<br />

<strong>de</strong>scubierto esta tierra <strong>de</strong> América hacía<br />

ya varios siglos, y en ella había una nación<br />

que gozaba <strong>de</strong> completa libertad<br />

religiosa; ya estaba todo preparado para<br />

que el Señor pudiera restaurar su Iglesia,<br />

la cual, a partir <strong>de</strong> aquel día, empezó<br />

a florecer. Una vez más había un<br />

hombre que era un Profeta <strong>de</strong>l Señor y<br />

a quien se le dieron cientos <strong>de</strong> revelaciones.<br />

La Iglesia fue restaurada y la<br />

doctrina reestablecida; una vez más, el<br />

hombre empezó a buscar a su Padre Celestial.<br />

Cuando José Smith, el primer Profeta<br />

<strong>de</strong> esta dispensación, fue asesinado,<br />

Brigham Young ocupó su lugar, por revelación<br />

<strong>de</strong> Dios; así fueron sucedjéndose<br />

los profetas y el duodécimo Presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la Iglesia es hoy el Profeta,<br />

Vi<strong>de</strong>nte y Revelador para toda la Iglesia.<br />

Siempre que cantéis el himno 'Te<br />

damos, Señor, nuestras gracias", os pedimos<br />

que recordéis que José Smith era<br />

nuestro Profeta, que Pedro, Santiago y<br />

Juan fueron profetas y formaron una<br />

vez la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Iglesia; y que<br />

ellos, y Abraham, Isaac, Jacob y todos<br />

los <strong>de</strong>más, son los profetas por los cuales<br />

agra<strong>de</strong>cemos en ese himno.<br />

Hermanos, el Señor continúa revelando<br />

su voluntad al mundo. Con mis<br />

dos maravillosos consejeros, el presi<strong>de</strong>nte<br />

Tanner y el presi<strong>de</strong>nte Romney,<br />

nos reunimos con el Consejo <strong>de</strong> los Doce<br />

Apóstoles, quienes también son profetas,<br />

y hacemos nuestro máximo esfuerzo<br />

por conducir la Iglesia en fa dirección<br />

en que <strong>de</strong>be ir, tanto en lo que<br />

se refiere a doctrina como a práctica.<br />

Por supuesto que el Señor no hará nada<br />

sin revelar su voluntad a sus siervos, los<br />

profetas.<br />

Me gustaría contaros una anécdota.<br />

El presi<strong>de</strong>nte David O. McKay fue Pre-<br />

55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!