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Liahona, mayo y junio de 1977 - LiahonaSud

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Mis queridas hermanas y hermanos<br />

presentes, esta tar<strong>de</strong> me<br />

siento profundamente agra<strong>de</strong>cida a las<br />

Autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia por haberme<br />

brindado esta gran oportunidad <strong>de</strong> dirigiros<br />

unas palabras en esta reunión tan<br />

especial para madres e hijas.<br />

En esta ocasión, quisiera compartir<br />

con vosotras un recuerdo <strong>de</strong> mi infancia.<br />

No hace mucho tiempo encontré<br />

entre unos objetos <strong>de</strong> recuerdos que<br />

conservo, un guardapelo que contiene<br />

la fotografía <strong>de</strong> mi padre. Mi progenitor,<br />

no pudo compartir los juegos <strong>de</strong> sus<br />

hijos ni verlos crecer, porque nuestro<br />

Padre Celestial dispuso que él <strong>de</strong>jara esta<br />

tierra siendo mis dos hermanos <strong>mayo</strong>res<br />

muy pequeños y yo una niña <strong>de</strong><br />

un mes <strong>de</strong> vida. Os ruego que no penséis<br />

que el guardapelo que he mencionado<br />

tiene algún valor como joya,<br />

pues no es asi'; en mi niñez, adquiría valor<br />

para mí cuando lo tomaba para observar<br />

por largo tiempo la fotografía<br />

mal recortada y guardada en su interior.<br />

Más tar<strong>de</strong>, siendo ya una persona<br />

adulta, conocí La Iglesia <strong>de</strong> Jesucristo<br />

<strong>de</strong> los Santos <strong>de</strong> los Últimos Días, y fui<br />

comprendiendo poco a poco mi actitud<br />

<strong>de</strong> la infancia, aquel anhelo mío <strong>de</strong><br />

querer allegarme a mi padre <strong>de</strong> uno u<br />

otro modo y sentirme más cerca <strong>de</strong> él;<br />

comprendí entonces que la familia es el<br />

fundamento <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> Dios.<br />

El evangelio <strong>de</strong> Jesucristo está al alcance<br />

<strong>de</strong> todos, y si bien cada uno ha <strong>de</strong><br />

labrar individualmente su salvación, es<br />

necesario que trabajemos unidos como<br />

familia en esta gran empresa.<br />

El Señor, mediante la obra genealógica,<br />

nos hace resaltar el divino mandato<br />

<strong>de</strong> que <strong>de</strong>terminemos la relación familiar<br />

con nuestros antepasados, señalándonos<br />

la necesidad <strong>de</strong>l bautismo por<br />

los muertos, y diciéndonos que "... nosotros<br />

sin ellos no po<strong>de</strong>mos perfeccionarnos...<br />

tampoco pue<strong>de</strong>n ellos perfeccionarse<br />

sin nosotros" (D, y C.<br />

128:18).<br />

Siglos antes <strong>de</strong> esta gran<strong>de</strong> y maravillosa<br />

revelación, el Señor dio a la hu-<br />

64<br />

"Honra a tu padre<br />

y a tu madre..."<br />

por la hermana Elsa Colarte<br />

<strong>de</strong> la Estaca Ñuñoa <strong>de</strong> Santiago<br />

Sesión para madres e hijas<br />

manidad, por medio <strong>de</strong> Moisés, un<br />

mandamiento que exalta la importancia<br />

<strong>de</strong> nuestros padres terrenales y que dice:<br />

"Honra a tu padre y a tu madre, para<br />

que tus días se alarguen en la tierra<br />

que Jehová tu Dios te da" (Éxodo<br />

20:12).<br />

El Señor en su gran sabiduría consi<strong>de</strong>ró<br />

necesario establecer el lugar <strong>de</strong><br />

nuestros padres terrenales dándonos la<br />

enunciación <strong>de</strong> una ley que ños obliga a<br />

todos a honrarlos y respetarlos.<br />

Consi<strong>de</strong>ro que el mandamiento que<br />

acabo <strong>de</strong> referir, como todos los <strong>de</strong>más,<br />

es grandioso, y que en !a actualidad<br />

tiene el mismo significado que tuvo<br />

cuando Moisés bajó <strong>de</strong>l Sinaí. Si meditamos<br />

un poco en éi, concluiremos en<br />

que constituye una verda<strong>de</strong>ra responsabilidad<br />

<strong>de</strong> nuestra parte. La proyección<br />

<strong>de</strong> estos sentimientos hacia otras<br />

personas será el resultado <strong>de</strong> un tributo<br />

a la nobleza <strong>de</strong> nuestros padres terrenales,<br />

pues será el fruto <strong>de</strong> su <strong>de</strong>dicación y<br />

esfuerzos para lograr nuestra buena formación.<br />

Pensemos un poco en ias siguientes<br />

preguntas: ¿cuándo termina nuestra<br />

obligación para con nuestros padres te­<br />

rrenales? ¿Tiene un límite esta responsabilidad<br />

nuestra?<br />

En realidad este mandamiento se extien<strong>de</strong><br />

más allá <strong>de</strong> la vida terrenal, ya<br />

que e! precepto incluye a las familias<br />

por tiempo y eternidad. Como lo indiqué<br />

anteriormente, la obra genealógica<br />

y los registros familiares son parte <strong>de</strong>l<br />

amor y la unidad familiares.<br />

El amor es un atributo divino; el<br />

principio <strong>de</strong> honrar al padre y a la madre,<br />

está precisamente fundamentado<br />

en el amor y cuando sabemos amar, no<br />

hay barreras ni impedimentos que puedan<br />

limitar los alcances <strong>de</strong> dicho sentimiento.<br />

Honremos a nuestros padres, no<br />

solamente para que se alarguen nuestros<br />

días aquí en la tierra, sino con el fin<br />

<strong>de</strong> ser obedientes en el cumplimiento <strong>de</strong><br />

este gran mandamiento y <strong>de</strong> retribuirles<br />

a ellos parte <strong>de</strong> lo que nos han dado.<br />

Ruego que lodos podamos llegar a<br />

cumplir cabalmente este mandamiento<br />

y que mediante nuestro ejemplo, podamos<br />

mostrar también a todos los hijos<br />

<strong>de</strong> esta hermosa tierra cómo los Santos<br />

<strong>de</strong> los Últimos Días honramos a nuestro<br />

Padre Celestial obe<strong>de</strong>ciendo sus leyes<br />

divinas. Sé que este mandamiento ai<br />

igual que todos los otros, fue dado en<br />

forma inspirada por nuestro Padre Celestial,<br />

como sé que El vive y que Jesucristo<br />

vive. SÍ cumplimos con sus mandamientos,<br />

podremos llegar un día a su<br />

presencia junto con nuestros seres queridos,<br />

y ruego que todos podamos cumplirlos,<br />

en el nombre <strong>de</strong> Jesucristo.<br />

Amén.

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