Hsieh (La Liberación)

compendiu d´iching - hexagrama 40
► Ricardo Andreé (extraído de su libro: I Ching, el Canon de las Mutaciones, el séptimo tiempo)
A no ser que nazcas por Aguas y Fuego, no
entrarás al Reino del Padre.
Comentario: la “Distensión” después de una tormenta es Liberación. Se libera el Sujeto cuando el
pasado comienza a ser un hecho superado, aunque si todavía pudiera tener algún grado de consecuencia
en el estado de ánimo y causar así algunas amenazas. Sin embargo, lo peor ha pasado. El aire ahora es
limpio y nacen nuevas energías para recomponer los estragos de los movimientos anteriores. Nuevamente
el Sur-Oeste es aconsejable, es decir, la unión con otros, el trabajo en conjunto, la seguridad de las cosas
alcanzables y posibles. Si algo todavía no se ha realizado, pues que sea hecho rápidamente, nada debe
quedar rezagado. Todo debe ser recompuesto y aclarado ahora, antes de iniciar el tiempo nuevo. Porque
este signo no es la liberación total, sino que el camino hacia ésta, el acto de liberarse. Es el momento de
borrar resentimientos, perdonar errores, eliminar prejuicios, marginar intenciones y perspectivas nacidas
en pasado. Todo es posible recomenzarlo de nuevo, aprendiendo de los errores y del dolor del antes. Por
lo mismo es uno de los signos de “muerte y renacimiento”.
En el plano espiritual se trata de una eliminación de orden karmática. Si este signo está unido al
signo 64 está reforzando la idea de una muerte kármica definitiva y esto debe tomarse muy en serio pues
se tiene la posibilidad de una liberación de las deudas pasadas que sin duda ocasionarían un portentoso
cambio en la vida del Sujeto. Si está en relación con el signo 30 estamos al igual que el anterior, en las
mismas condiciones, solamente que aquí y lo psíquico sufren deterioros y decadencias que aproximan al
Sujeto a la neta sensación de muerte física. Con el signo 49 la liberación es una desestructura mental, una
verdadera revolución cultural donde lo único que el Sujeto conserva de su pasado es su apariencia, pues
su interior tiende, bajo esta combinación, a transmutar absolutamente. Unido al signo 18 abarca los aspec-
tos más psíquicos y mentales, generalmente ligados a la primera relación afectiva: los padres.
Llama poderosamente la atención los elementos análogos que posee este signo con el Bautismo, y
esto reconfirma que los modos de Dios siempre han sido los mismos, desde el remoto pasado. Ya los an-
tiguos sabios, al obtener este signo, procedían a una profunda purificación que se asemeja al Sello Bau-
tismal Crístico.
En general es un tiempo de renovación y de reinicios.
► Richard Wilhelm (extraído de su libro: I Ching, el libro de las mutaciones)
Comentario al signo: aquí el movimiento se abre paso y sale del peligro. El impedimento quedó
eliminado, las dificultades están en vías de solución. La liberación no se ha cumplido todavía, sino que
precisamente ahora se inicia, y sus diversos estadios encuentran expresión en este signo.
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