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compendiu d´iching - hexagrama 40<br />
OTRAS INTERPRETACIONES Y COMENTARIOS DE LOS TEXTOS<br />
► Bernard Ducourant (extraído de su libro: abc del I Ching)<br />
Buen presagio para aquel que actúa como mediador desinteresado y se esfuerza por unir al supe-<br />
rior con el inferior, a los poderosos con los humildes.<br />
► Brian Browne Walker (extraído de su libro: I Ching, el libro de las mutaciones)<br />
Cuarta línea: libérese de las influencias menores, tanto en su ser como en sus conquistas. De otro<br />
modo, no habrá cabida para que lo superior penetre en su vida.<br />
► Carol K. Anthony (extraído de su libro: Guía del I Ching)<br />
Cuarta línea: libértate del dedo gordo de tu pie. <strong>La</strong> dependencia con el dedo gordo del pie simbo-<br />
liza el adherirnos a la forma en que acostumbramos a resolver los problemas antes de que empezásemos a<br />
estudiar el I Ching. Por ejemplo, tomamos los asuntos en nuestras manos en un esfuerzo dirigido a lograr<br />
resultados o bloquear acontecimientos porque aún desconfiamos del ser guiados. Esta desconfianza impi-<br />
de la liberación. Un hábito mental similar es demostrado al aceptar el mal: “bueno, pase lo que pase, me<br />
da igual”. Si permanecemos firmes en nuestra lucha por lo que es correcto, “entonces acudirá el compañe-<br />
ro y podrás confiar en él”.<br />
Otros hábitos mentales en los que nos apoyamos (como nos apoyamos en el dedo gordo cuando<br />
caminamos) incluyen el mirar la situación, decidir en base a su apariencia y escoger la forma en que nos<br />
relacionamos con ella. El problema no se puede definir en base a su apariencia. Siempre hay elementos<br />
ocultos que sólo podemos ver después del hecho, y otros que no podemos ver nunca. Los problemas sólo<br />
pueden resolverse si nos mantenemos desapegados y seguimos la verdad tan claramente como la vemos.<br />
Otro aspecto del “dedo gordo” que pasamos inadvertido es que podemos estar usando el I Ching<br />
sólo para resolver nuestra relación con una persona en particular y aunque corrijamos la forma de relacio-<br />
narnos con ella, no logramos aplicar sus principios en otras situaciones. Y así, usamos el I Ching para<br />
conseguir fines egoístas en lugar de corregir nuestra forma de vida. Los demás no pueden seguir tales<br />
valores parciales, y siempre se verán confundidos por nuestras hipocresías e inconsistencias.<br />
► Christopher Markert (extraído de su libro: I Ching, la fórmula número uno para el éxito)<br />
dan.<br />
En cuanto abandone los deseos mezquinos o bajos, encontrará auténticos amigos que le compren-<br />
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