You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Era el juicio al Amor; se le acusaba de ser<br />
lo peor que pudiera existir. La víctima: el<br />
Corazón.<br />
¡Se inicia el caso 2520 en el año 20 de vida en el<br />
presente cuerpo! -dice el Cerebro-<br />
“Se acusa al amor de torturar al Corazón, de usar<br />
los métodos más despiadados como: la esperanza ó<br />
ilusión; mil te quiero; cien mi vida; diez miradas; cinco<br />
besos, y un recuerdo. De todo lo que ha dicho, de<br />
narcisismo por sus innumerables historias, además de<br />
romper centenares de corazones con frases supuestamente<br />
hermosas, poemas y versos. Prueba de ello es<br />
lo dicho por el desquiciado Hamlet, llamado príncipe,<br />
a Ofelia”.<br />
“Duda que son de fuego las estrellas,<br />
duda que al sol movimiento falta,<br />
duda lo cierto, admite lo dudoso,<br />
pero no dudes de mi amor las ansias”.<br />
“Dada la prueba, aquí están los testigos: La Tristeza,<br />
¿Quién dio lugar en el pobre corazón, a ti desdichada<br />
tristeza? “¡El amor!” –dice triste-. ¿Por qué?<br />
“es por él que si falta alguien se me da vida, o si por<br />
palabra u acción se llegase a herir al Corazón, aparece<br />
mi madre Depresión”. Y, ¿cómo declara al amor?<br />
“Culpable”. “Gracias”.<br />
Así procedió, en su interrogación a la Soledad, la<br />
Decepción, el Llanto, con su tedioso discurso, y concluye:<br />
como se ha demostrado, el Amor es culpable,<br />
y exijo la pena de muerte hacia él.<br />
Pero con su astucia característica, el Cerebro pregunta<br />
lo que todos querían saber, pero nadie se atrevía<br />
a formular: ¿Quién es usted? (al abogado acusador)…<br />
Y se produce ese penetrante silencio fúnebre que<br />
solicita desvelizar, al acusador.<br />
En ahogada musita responde, el Rencor. Produciendo<br />
explosión de murmullos entre el auditorio:<br />
Con razón -dice la Memoria-. Ahora entiendo –dice<br />
el Suspiro-.<br />
Se levanta el abogado defensor, y dice: Con su<br />
Dattis Vera<br />
Juicio al amor<br />
Dattis Vera<br />
<strong>Herencia</strong><br />
permiso su señoría, soy quien construye y destruye,<br />
el amado y odiado Tiempo. He pasado horas en la<br />
ironía de mi vida, escuchando los delirios del rencor.<br />
Y quisiera referirme a las acusaciones que se emiten<br />
contra mi cliente, con mi popular imparcialidad,<br />
ya que he acabado varias veces con la influencia del<br />
Rencor y el Amor.<br />
De las acusaciones que se exponen al inicio las<br />
declaro a lugar. Pero omito eso de “métodos despiadados”,<br />
con el siguiente argumento:<br />
Sin Esperanza ó Ilusión, no se vive, ya que nadie<br />
se resiste a la idea de un mañana, mucho menos el<br />
Amor, y con mil te quiero, cien mi vida, diez miradas,<br />
cinco besos, se declara en verborrea lo sentido,<br />
y con un recuerdo, se admiran. Y si se habla de narcisismo<br />
del Amor, es mucho más culpable el Rencor,<br />
por auto estimarse tanto que no ha de perdonar.<br />
A la Soledad, la Decepción, y el Llanto, puede<br />
decirse que cada uno de sus orígenes es gran responsabilidad<br />
del Rencor, por no olvidar heridas, falta de<br />
ilusión, y producto de la Tristeza. Y a ti, Tristeza; es<br />
verdad tu declaración, el amor te da vida en un sentido,<br />
pero te consuela el que todos te sienten, porque<br />
si nadie te sintiera no importaría lo que se hiciera,<br />
se <strong>vol</strong>vería a realizar y no se daría paso a una de las<br />
mayores demostraciones de amor, el Perdón.<br />
Ante todo lo dicho, solo me resta declarar que:<br />
Si se sentencia al amor, muera yo con él, por dar a<br />
conocer tan grande herramienta de vida y por hacer<br />
entrega de la llave que conduce al paraíso en que todo<br />
ser humano siempre quiso entrar: la Felicidad.<br />
111