Revista Herencia, vol 2

Herencia
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La verdadera belleza
María Jesús Campos,Camila Donoso,
Myriam Sepúlveda, Daniela Sepúlveda
Había una vez, en las profundidades de un bosque, tres singulares plantas: una rosa, un clavel y un
cactus. Entre el clavel y la rosa existía una constante disputa por saber quién era la más hermosa flor
de todos los alrededores, pues ambas eran muy bellas y conocidas.
- ¿Por qué te admiras tú, si sabes que soy la preferida entre todos los seres de este bosque? -dijo la
rosa.
- Al menos no tengo feas espinas en mi tallo que dañan a los que me quieren tocar –reclamaba el clavel.
Y así era siempre…
Estas constantes peleas no dejaban exento al
pequeño cactus que siempre las veía, silenciosamente,
de algún lugar cercano. Hasta que un día,
éste no soportó más aquella situación y decidió
frenar, humildemente, la discusión.
- ¡Por favor, no tienen para que pelear si las
dos son muy hermosas! No hay razón alguna para
seguir así… - exclamó el cactus.
Pero las flores no estaban dispuestas a escucharlo, creían que él era un ser insignificante, que no debía
entrometerse en aquella discusión. Entonces dijeron:
- ¡No te entrometas! Tú, un ser tan feo,
espinoso y sin ninguna belleza visible tiene
la desfachatez de hablarnos siquiera –dijo la
rosa.
- ¡Cállate cactus, eres verde y desagradable
ante cualquiera que esté cerca de ti! -pronunció
el clavel.
A causa de esto, el pequeño cactus apenado
por todas esas palabras ofensivas dejó de
prestar atención a la discusión, mas dijo una
última frase:
- No por ser bellas por fuera tienen que serlo
por dentro, algún día perderán su hermosura
y sólo les quedará el recuerdo.
Campos, Donoso, Sepúlveda, Sepúlveda