Catequesis - 10
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mas... Los discípulos de Jesús vivieron de cerca la enseñanza<br />
de Jesús cuando escucharon la parábola del trigo y la cizaña<br />
(Mt 13,24-30). El Maestro les enseñó la lección: «Tened paciencia<br />
y dejad que crezcan juntos».<br />
3. Acercarse a los difíciles<br />
• Suele ser normal que los adultos, con los difíciles, entablemos<br />
unas relaciones de distancia. Algo así como si nos fuera<br />
imposible ser amigos de los que nos molestan. Así surge una<br />
relación que está coloreada por la autoridad, la distancia y los<br />
imperativos o castigos.<br />
• Pero podemos también cambiar el cliché clásico con los difíciles.<br />
¿Cómo? Iniciando unas relaciones de cercanía. La cercanía<br />
no es «disculpar todo como si lo que se hace fuera normal». Los<br />
difíciles saben muy bien que lo que hacen no es normal. En muchos<br />
casos, porque lo saben, por eso obran así. La cercanía de la<br />
que hablo aquí llama «al pan, pan, y a lo malo, malo». Pero añade<br />
un elemento: la comprensión educativa. Lo importante para<br />
educar y ganar los corazones es comprender con el corazón. Es<br />
la comprensión la que da cercanía. Y es «cuando peor nos ponen»<br />
y «los que peor nos ponen», cuando más comprensión necesitamos<br />
manifestar hacia el otro. Son, pues, los difíciles los que<br />
más comprensión necesitan. Esta tarea de comprender es una actitud<br />
que hay que tener dentro y fuera del grupo con los difíciles.<br />
• Acercarse a los difíciles y hablar con ellos y no tenerlos alejados<br />
ni alejarse de ellos es el primer comportamiento de un<br />
catequista. Detrás de cada «miembro difícil» del grupo hay<br />
siempre una historia difícil. Es, sobre todo, a la historia a la que<br />
tenemos que apuntar para poder comprender mejor las razones<br />
que tal persona tiene para «ser difícil». Una cosa es bien<br />
cierta: con dureza y distancia, con expulsiones y demás, no haremos<br />
que los difíciles cambien. ¿Por qué no intentar darles incumbencias,<br />
pequeñas responsabilidades? ¿Por qué no dirigir-