Catequesis - 10
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da»; «Ha bajado mucho el nivel de información religiosa»<br />
... Ante esta constatación, no hay tiempo ni se nos ocurre<br />
pensar que es importante la vida del grupo en el acto<br />
catequético. Lo importante es «salvar la cultura religiosa<br />
mínima».<br />
• Se ha extendido la idea de que la vida de grupo no es tan<br />
interesante a la hora de hacer catequesis.<br />
Sea lo que sea, vivimos un momento en el que el grupo y la<br />
catequesis no son temas que tengan tanta presencia como hace<br />
unos años en la formación básica de los catequistas.<br />
Sin embargo, algunos «nostálgicos» (así nos apodan hoy en<br />
determinados círculos a los que continuamos apostando por la<br />
importancia de la vida de grupo en el quehacer catequístico)<br />
seguimos creyendo y pensando que la vida del grupo pertenece<br />
al contenido del anuncio evangélico. Personalmente voy<br />
más allá y sostengo que la dicotomía que existe en la iniciación<br />
cristiana se debe, también, a la dificultad (o a la omisión) de<br />
lectura creyente de lo que el grupo vive. El evangelio que se<br />
anuncia en el grupo es, con frecuencia, algo añadido a la vida<br />
del grupo. Así, podemos estar hablando del mandamiento del<br />
amor sin atrevernos a analizar las relaciones de amor que el<br />
grupo vive. Podemos hablar de la multiplicación de los panes<br />
y de los peces y admitir y consentir, con un silencio cómplice,<br />
la falta de compartir dentro del grupo. Los catequistas se convierten<br />
más en profesores de algo que saben que en profetas y<br />
guías de su propio grupo.<br />
En el libro se insiste en que el grupo de catequesis no es un<br />
instrumento para conseguir algo. Es una realidad que se convierte<br />
en contenido, en vida, en anuncio, en experiencia viva<br />
de vida. Pero todo ello exige que se tengan en cuenta determinados<br />
elementos. No todas las maneras de animar un grupo,<br />
por muy científicas que sean, son válidas para que el grupo sea<br />
lugar de experiencia eclesial y catequética. Hasta es posible<br />
que un grupo marche muy bien, pero no por eso podremos de-