Catequesis - 10
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2. Recuperar el encuentro personal<br />
• Soy de la opinión de que, en la actualidad, el grupo de catequesis,<br />
al mismo tiempo que cuida la consolidación del grupo,<br />
tiene que recuperar y cultivar la dimensión del encuentro<br />
personal entre el catecúmeno y el catequista o un director espiritual.<br />
El grupo es siempre un lugar más «público» yexpuesto.<br />
Hay palabras que no queremos que otros las escuchen ...<br />
Hay personas que con toda la razón del mundo no llegarán a<br />
decir en grupo, de manera habitual, aquellas cosas más hondas<br />
que les acontecen.<br />
• Cuando la comunidad cristiana ha encauzado gran parte<br />
de la iniciación cristiana a través de los grupos de catequesis y<br />
no ha acentuado (o cuidado suficientemente) la dirección espiritual,<br />
en la sociedad civil se multiplica la necesidad de la<br />
ayuda de profesionales¡ especialmente los psicólogos, para madurar,<br />
aclararse, orientarse mejor en comportamientos y en sentido<br />
existencial. En la escuela se ha impuesto, además del profesor<br />
y del tutor, la figura del orientador. En tradición catequética,<br />
el catequista y el padrino (leer en el RICA13 lo que se dice de<br />
los padrinos) desempeñaban esta tarea de acompañamiento.<br />
Hace falta que la comunidad cristiana ofrezca a los catequizandos<br />
las personas que lleven a la práctica este acompañamiento<br />
con un mínimo de garantía.<br />
3. Unas sugerencias<br />
• Lo primero de todo es decir que ser catequista no es sinónimo<br />
de ser «director espiritual o acompañante», si bien, en<br />
ocasiones, es la única posibilidad que tienen los catequizandos<br />
de ser acompañados personalmente. No obstante, el cate-<br />
13 Ritual Iniciación Cristiana de los Adultos.