Febrero 2012 - Cantabria Negocios

pesar de esta cifra, actualmente
tan solo 280.000
trabajadores están dados
de alta en el régimen especial
de empleados y
empleadas de hogar de la
Seguridad Social, que es
el que existía hasta la fecha
y que convivirá hasta
el 30 de junio de 2012
con el régimen general,
momento en el que concluirá
el plazo para que
los empleadores se adapten
a las exigencias de la
nueva normativa. En este
sentido, algunos aspectos
legales contemplados en
el real decreto del 85, como
la no obligación de
dar de alta a aquellos profesionales
que trabajen
menos de 72 horas mensuales,
podrían explicar,
al menos en parte, el bajo
índice de afiliación, aunque
no hay que olvidar el
elevado número de personas
pertenecientes al sector
que realizan su labor
de manera completamente
ilegal. Ahora la duda
radica en saber si el cambio
normativo va a contribuir
a acabar con la economía
sumergida existente
en el servicio doméstico
o si, por el contrario, las
nuevas obligaciones van a traer consigo
un incremento de esta práctica. Por
lo pronto, el nuevo decreto establece
que cualquier profesional debe estar
dado de alta, con lo que todos los trabajadores
que cuenten con jornadas
inferiores a las 72 horas mensuales pasarán
a integrar las listas de la Seguridad
Social, y esto, si se respeta la legislación,
debería permitir florecer
nuevos empleos.
Sencillo trámite
A 31 de diciembre de 2011, Cantabria
contaba con 3.704 empleados
de hogar afiliados al régimen especial
de la Seguridad Social –con un 94,5%
de mujeres y un 54% de extranjeros–,
Soraya Teja, gerente y socia de la compañía cántabra Soan.
de los que 3.161 eran trabajadores
continuos y 543 discontinuos, siendo
estos últimos aquellos que prestan servicio
en más de un domicilio familiar
superando las 72 horas totales de labor
mensual. Sin embargo, según lo
contemplado en el decreto que entró
en vigor el pasado 1 de enero, estos
profesionales deberán equiparar su situación
a la del resto de trabajadores
antes de 1 de julio 2012, momento en
el que, aquellos que cuenten con varios
pagadores y permanezcan en el
régimen especial en lugar de estar inscritos
en el general, serán dados de
baja de la Seguridad Social. Por su
parte, si los que no se han adaptado a
la nueva ley son los trabajadores continuos,
es decir, los que realizan su la-
Actualidad
bor en un solo domicilio, el
cabeza de familia de dicho
hogar pasará a cotizar por
el tramo más alto de los incluidos
en la normativa. Y
todo este trámite es responsabilidad
del empleador, en
lo que supone uno de los
cambios más importantes incluidos
en el nuevo decreto,
ya que, hasta la fecha, en
muchos casos, era el propio
trabajador el que debía
darse de alta en la Seguridad
Social. “Somos conscientes
de que existe cierta
preocupación por parte del
particular, que ve cómo de
la noche a la mañana tiene
que asumir responsabilidades
similares a las de un
empresario que contrata a
un profesional por cuenta
ajena –afirma Asunción Villalba,
secretaria para la
Igualdad y la Protección Social
de UGT en Cantabria–.
Sin embargo, estos miedos
responden más al desconocimiento
que a la realidad,
ya que el empleador solo
debe solicitar un código de
cotización y dar de alta al
trabajador con su respectivo
contrato o con un documento
que informe sobre
las condiciones laborales,
trámites que puede realizar en cualquier
centro de asistencia de la Seguridad
Social o a través de la página
web de la entidad. En cualquier caso,
es verdad que existen determinadas
inercias en los comportamientos que
pueden provocar que, aunque sea inicialmente,
se produzca un leve incremento
en la economía sumergida del
sector”.
Así mismo, otro de los efectos colaterales
que puede provocar el real decreto
es que quien desee contratar a
un empleado de hogar lo haga a través
de una empresa dedicada a este
campo. En este sentido, Soraya Teja,
gerente y socia de la compañía cántabra
Soan, dedicada a la prestación de
servicios de ayuda a domicilio durante
las 24 horas del día, se muestra espe-
CEA BENITO
cantabria
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