Febrero 2012 - Cantabria Negocios

Contra viento y marea
En la actual situación económica, con nulo acceso a la financiación y un mercado estancado, sorprende
que todavía existan empresas que se dediquen a la promoción inmobiliaria y que pongan pisos a la
venta. Quienes lo hacen deben superar obstáculos de todo tipo, alguno difícilmente comprensible
Antes de que todo terminara
de la forma más brusca,
en Cantabria hubo años
–unos cuantos, y de forma consecutiva–
en los que se inició la
construcción de más de 10.000
viviendas. La estadística de
obra nueva que elabora el Colegio
de Aparejadores y Arquitectos
Técnicos de Cantabria sitúa
el punto más alto del ciclo en el
año 2007, cuando se visaron
16.588 viviendas. El dato del
año pasado reduce esa cifra en
nueve décimas partes, para
quedarse en sólo 1.694 viviendas
iniciadas en toda la región.
Con un mercado estancado y
con la financiación bancaria
completamente cerrada para el
sector, sorprende incluso que
haya quien a día de hoy se embarque
en la incierta aventura
de sacar adelante una promoción
de vivienda nueva, tanto
como para que la modestísima
cifra del pasado año pueda antojarse
incluso excesiva.
Lo cierto es que, con todos los
matices que puedan hacerse al dato,
la evolución de las cifras de
compraventa inmobiliaria no permiten
aventurar un cambio de tendencia
por el lado de la demanda. En
2010 se vendieron en Cantabria algo
más de 8.000 viviendas, una cifra
que fue resultado, sobre todo,
del buen comportamiento del mercado
en el último trimestre, que se
vio animado por el final de la desgravación
por la compra de vivienda
habitual. Sin ese estímulo, aunque
sí con el de la rebaja del IVA, las
ventas se han movido este ejercicio
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FEBRERO 2012