Febrero 2012 - Cantabria Negocios

nueva normativa incluye también las
contingencias profesionales –relativas
a las bajas de índole laboral–, cosa
que no hacía la anterior legislación, y
será el contratante el que deba asumir
su pago, que asciende a un 1,10%
adicional.
Son estos cálculos que deberá hacer
la Administración los que explican
que, aunque el nuevo decreto contemple
la posibilidad de que el acuerdo
entre las partes sea verbal para contratos
indefinidos y de jornada completa
–algo que ya permitía la anterior normativa–,
el empresario siempre deba
fijar por escrito las condiciones básicas
del mismo, algo a lo que el empleado
tiene derecho y que es especialmente
recomendable en casos de relación
de interinidad, en los que deben
especificarse aspectos como disponibilidad
del trabajador, días de descanso,
etc.
Por otra parte, otra de las percepciones
equivocadas que se han ido extendiendo
entre la población con respecto
a la nueva normativa es la relacionada
con el supuesto incremento
en el coste que va a suponer para el
empleador, algo que Justo San Millán,
secretario general de la Federación
de Servicios de UGT en Cantabria,
se apresura a desmentir. “Lo
primero que hay que dejar claro es
que el anterior decreto ya establecía
como referencia el salario mínimo
interprofesional, que actualmente
asciende a 641,40 euros,
aunque lo que sí que ha cambiado
es que no será posible efectuar ningún
descuento sobre esa cantidad
en concepto de retribución en especie
por manutención o alojamiento,
cosa que hasta ahora no se especificaba.
Además, se establece que,
siempre que exista un pago de este
tipo, no podrá superar el 30% de
las percepciones salariales, límite
que con el real decreto del 85 estaba
fijado en un 45% –asegura–. A
partir de ahí, exclusivamente
aquellos empleadores que cuenten
con un trabajador de hogar que tenga
varios pagadores o que presten servicio
únicamente en su domicilio durante
menos de 20 horas son los que tendrán
que abonar algo más, porque
ahora pasan a tener que cotizar por
este profesional, mientras que antes
no estaban obligados a hacerlo. A pesar
de esto, quienes se inicien en estos
pagos a raíz del cambio normativo
tendrán una reducción del 20% en los
mismos durante 2012, 2013 y 2014,
la cual se ampliará hasta el 45% para
familias numerosas”.
Y es que, según asegura San Millán,
los que ya venían cotizando no
van a gastarse ni un solo euro más con
la integración de estos profesionales
en el régimen general de la Seguridad
Social, incluso puede que paguen menos.
Así, si hasta la fecha se venía
abonando un fijo de 164 euros mensuales
en concepto de cuota –de los
que el 3,70%, o 6,06 euros, correspondían
al propio empleado–, independientemente
de que la jornada laboral
del trabajador fuese de 22, 26 o
32 horas, ahora la cantidad a pagar
va a venir determinada en función del
salario establecido. De este modo, si el
tramo de cotización más elevado de
los aplicables en 2012, que es el con-
Isabel Quintana, presidenta de la Plataforma Nacional de Trabajadoras de Hogar.
templado para nóminas superiores a
700 euros al mes, implica un abono a
la Administración de 164,60 euros por
contingencias comunes –de los que
27,68 corresponden al trabajador–, y
Actualidad
de 8,23 euros por contingencias profesiones,
el empleador pagará, como
máximo, 145,15 euros, cantidad inferior
a los 157,94 euros que debía ingresar
con la anterior legislación por
las mismas horas. Y todo sin olvidar
que, si el salario del profesional es inferior
a esos 700 euros, el ahorro puede
ser aún mayor. “Es importante diferenciar
entre el contenido del decreto
del 85 y los vicios adquiridos fruto
de su uso –expone San Millán–. Por
ejemplo, antes era habitual que se alcanzasen
acuerdos entre las partes
por los que el trabajador era el encargado
del desembolso de la cuota. Así,
se apalabraba un salario de 750 euros
y era el empleado el que abonaba
esos 164 euros a la Seguridad Social,
aunque en realidad la ley anterior ya
establecía que era el empleador el
responsable de ese pago”.
Desempleo y desistimiento
De hecho, y aunque la nueva normativa
conlleve la obtención de unos
derechos que cualquier otro trabajador
consideraría básicos, lo más probable
es sean los propios empleados de hogar
los que sufran mayores reducciones
en su remuneración mensual.
cantabria
negocios
FEBRERO 2012
21