Devocionario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
Devocionario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
Devocionario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
NOVENA A S. JOSÉ<br />
Así como en la tierra, nadie, exceptuada la Virgen Santísima, estuvo más cerca <strong>de</strong> Jesús<br />
que san José, así también en el cielo no hay gloria más resplan<strong>de</strong>ciente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong> María,<br />
que la <strong>de</strong> san José. Precisamente en esto radica su intercesión tan po<strong>de</strong>rosa cerca <strong>de</strong> Jesús: Él,<br />
que en la tierra le rendía obediencia y respeto como a padre nutricio que fue, otorga en el cielo<br />
todo aquello que san José le solicita.<br />
Dice santo Tomás <strong>de</strong> Aquino que a san José le está concedido socorrer en toda<br />
necesidad, y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r, favorecer y tratar con paternal afecto a todos los que a él acu<strong>de</strong>n<br />
piadosamente. Santa Teresa <strong>de</strong> Jesús dijo que en el cielo «hay santos que parecen tener<br />
recibida <strong>de</strong> Dios la gracia <strong>de</strong> socorrer en una especial necesidad; pero tengo la experiencia <strong>de</strong><br />
que san José las socorre todas».Sé un gran <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> san José, y confíale especialmente la hora<br />
<strong>de</strong> tu muerte.<br />
A fin <strong>de</strong> que nuestra oración sea más eficaz <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios nuestro Señor, y pueda el<br />
glorioso Patriarca san José interponer su po<strong>de</strong>rosa intercesión <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su divina Majestad,<br />
pidamos humil<strong>de</strong>mente perdón <strong>de</strong> nuestros pecados y faltas.<br />
ORACIÓN PARA CADA DÍA<br />
Acordaos, oh piadosísimo Patriarca san José, que por todas partes se oye hablar <strong>de</strong><br />
vuestro po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> los favores que cada día reciben los hombres <strong>de</strong> vuestra<br />
generosa mano. Animado con esta confianza, a vos también acudo, OH padre nutricio <strong>de</strong> Jesús,<br />
y humillado ante vuestra presencia, fervorosamente te pido que me toméis bajo vuestro<br />
patrocinio y que seáis mi abogado <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono <strong>de</strong> vuestro hijo adoptivo Jesucristo, nuestro<br />
Señor. Protégenos durante la vida y asistidnos a la hora <strong>de</strong> la muerte. R. Amén<br />
(encomienda a S. José tu intención para esta novena)<br />
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.<br />
ORACIÓN FINAL<br />
A vos, OH bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
implorar el auxilio <strong>de</strong> vuestra santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro<br />
patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre <strong>de</strong> Dios, te tuvo<br />
unido, y por el paterno amor con que abrazases al Niño Jesús, humil<strong>de</strong>mente te suplicamos que<br />
volváis benigno los ojos a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo, y, con vuestro po<strong>de</strong>r<br />
y auxilio, socorráis nuestras necesida<strong>de</strong>s.<br />
Protege, OH provi<strong>de</strong>ntísimo custodio <strong>de</strong> la divina Familia, a la escogida <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />
Jesucristo; aparta <strong>de</strong> nosotros, OH Padre amantísimo, toda mancha <strong>de</strong> error y <strong>de</strong> corrupción;<br />
asistidnos propicio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo, santísimo libertador nuestro, en esta lucha contra el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />
las tinieblas; y como en otro tiempo librases al Niño Jesús <strong>de</strong>l inminente peligro <strong>de</strong> la vida, así<br />
ahora <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>d la Iglesia santa <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> las asechanzas <strong>de</strong> sus enemigos y <strong>de</strong> toda<br />
adversidad, y a cada uno <strong>de</strong> nosotros protégenos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo<br />
176