AZ -MXCMO. SMWOM DON RAMÓN JOSEF DE ARCE, Arzobispo ...

226 EXERCICIOS ESPIRITUALES.
nardo. La paz desordenada, decía el mismo Santo,
es quando se toleran los abusos y las relaxaciones sin
aplicar un eficaz remedio, por no alterarlos ánimos
de los inquietos, por no causar sentimientos , por disimular
y mantener la paz. Esta paz, dice, arruina,
destruye, y pierde la observancia monástica; pues no
aplicando el competente castigo á los transgresores de
sus reglas y constituciones ; lo que hoy es un defecto
de unos , mañana es una relaxacion de todos : hoy
falta una persona en el silencio : lo vé la prelada y
calla: mañana faltan dos ; lo sabe y calla : otro dia ya
no conocen lugar, tiempo , ni horas en que se deba
observar el silencio. Entra una prelada observante,
quiere remediar aquel abuso convertido en relaxacion,
y ya no puede sin incomodar á casi todas. No se atreve
á turbar la paz de su comunidad , y sigue el abuso
con detrimento déla observancia regular; y del mismo
modo que hemos hablado del silencio, lo debéis
entender de todos ios demás preceptos de la regla y
constituciones. Es menester confesarlo de buena fe.
Esta paz desordenada seria bastante para transformar
la comunidad mas virtuosa , en una tropa de personas
sin subordinación y sin costumbres. No , Señoras,
no es esta buena paz,,huid de ella, obedeciendo á
Dios que nos dice en las santas Escrituras: Justitia et
pax osculatce sunt. La paz y la justicia deben amarse
y andar juntas. Verdadera creo aquella máxima que
dice : no todo se ha de castigar; pero no es menos verdadera
y segura la que añade : no todo se ha de disimular.
Será pues la paz verdadera quando sea virtuosa
: quando la acompañe aquella virtud que da á cada
cosa lo que la corresponde : esta es aquella paz que
es don del Espíritu Santo : aquella paz que vino á traer
Jesuchristo al mundo : aquella paz que daba á sus
Apóstoles, y á los demás fieles que se anumeraban á
su escuela : aquella paz que debemos mantener con
Dios, con el próximo, y cen nosotros mismos. Con