AZ -MXCMO. SMWOM DON RAMÓN JOSEF DE ARCE, Arzobispo ...

D u SEGUNDO. ^5
quiera sentimiento, queja ó recurso, seria un delito,
siempre que la prelada obrase prudentemente, como
vamos suponiendo ; porque si la faltase esta virtud, así
como no estaria segura en conciencia la religiosa,
aunque tuviera licencia de la prelada para cosassuperfluas,
demasiadamente preciosas , ó para gastarlas en
juegos, en vanidades ó regalos poco decentes;de la misma
suerte, si la imprudencia y necedad de la prelada
llegase hasta el extremo de negar las cosas absolutamente
necesarias á la vida , á la decencia en el hábito
religioso, y á los cargos precisos de la oficina que la
hubiesen encomendado, no pecaría la Religiosa ni contra
Dios, ni contra el voto de pobreza en procurar el
remedio de su extrema necesidad con los bienes del
monasterio. No tratamos, pues, de estos casos extraordinarios
; hablamos ahora de lo que ordinariamente
puede acontecer, y decimos, que toda ocultación maliciosa
, toda relación dada en los desapropios con conocimiento
de su inexactitud , de las cosas de que usa
la Religiosa , seria un acto de propiedad , seria un delito
contra el voto de la santa pobreza , que solemnemente
hicieron en presencia de Dios y de los hombres.
Este es el espejo puro en que debéis freqüentemente
miraros. Yo bien sé que hay no pocas Religiosas que
se ven en él como verdaderas pobres de espíritu , á
quienes está prometido el reyno de los cielos. Religiosas
de un corazón grande y generoso, que elevándose
sobre todos los bienes caducos y perecederos , los
reputan como estiércol por ganar á Jesuchristo : que
sufren con paciencia, no solóla penuria y escasez á
que han llegado muchos conventos, sino que se alegran
y dan gracias de padecer hambre y sed por Jesuchristo
: Religiosas á quienes la extremada pobreza de
su monasterio no les suministra la suficiente comida
para vivir , ni el preciso hábito para cubrir su desnudez
: sí Señoras, yo las he visto alegres y contentas
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