CULTURA Y PODER EL ARTE EN LA VIDA POLÍTICA - Instituto ...
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FOLIOS<br />
51<br />
***<br />
El sistema de lo literario funciona gracias a la acción complementaria<br />
de dos planos fundamentales: el de las relaciones<br />
intratextuales y el de las relaciones extratextuales. En el<br />
primer nivel se juega la literariedad del poema, su calidad.<br />
Ésta se logra, al menos de Safo a nuestros días, apelando<br />
a la manipulación de las palabras para que abandonen su<br />
condición sígnica y alcancen el carácter simbólico. Aquí<br />
el poema funciona gracias a dos valores fundamentales: la<br />
baja predictibilidad lingüística que propone su estructura<br />
y la polisemia. En el segundo plano operan distintos mecanismos<br />
no semióticos, es decir, externos al texto, que<br />
aseguran su aceptación primero en la tradición literaria y<br />
después en el espacio social que permitió su producción.<br />
Esto es: para que un discurso adquiera carácter de literario<br />
debe cumplir ciertos requerimientos formales. Luego, para<br />
que ese discurso –tomado finalmente como “poema”– sea<br />
aprobado socialmente y considerado como “un buen poema”<br />
debe pasar otros filtros que aquí llamaremos de legitimación<br />
literaria.<br />
CUANDO <strong>EN</strong> UNA SOCIEDAD SE BUSCA PRIMERO la manipulación<br />
o dominio de las relaciones extratextuales y se descuida<br />
o se presta menos atención a las relaciones intraextuales<br />
podemos hablar de que existe corrupción o falseamiento<br />
del gusto.<br />
***<br />
<strong>EN</strong> LOS ALBORES D<strong>EL</strong> SIGLO XXI hemos heredado un país que requiere<br />
con urgencia una asepsia moral en todos los órdenes<br />
de la vida pública. El sistema político mexicano, emanado<br />
de la camarilla de revolucionarios sonorenses, pescadores<br />
hábiles del río revuelto, y perpetuada por el PRI hasta la<br />
culminación del siglo, creó, en prácticamente todos los<br />
ámbitos de la cultura, un modus operandi a su imagen y semejanza:<br />
corrupto. La literatura, que es también un campo<br />
de poder, no fue la excepción.<br />
<strong>EL</strong> NUEVO SIGLO HA INAUGURADO <strong>EN</strong> MÉXICO una era de incertidumbre<br />
y desencanto. Las instituciones garantes de la certeza<br />
y la estabilidad han caído en el descrédito y la sospecha<br />
total. Vivimos un tiempo en que la Suprema Corte de<br />
Justicia y el <strong>Instituto</strong> Federal Electoral, por ejemplo, han<br />
maculado su transparencia otrora irrebatible y a priori. Si<br />
esto sucede en el ámbito de las tan observadas instituciones<br />
políticas ¿qué podemos esperar de nuestro aparato cultural?<br />
Poco menos que nada. Este ambiente es terreno fértil<br />
para que florezca la mentira y se maquille de verdad.