LA MUJER EN LA SOCIEDAD MAPUCHE - FECRECOOP.cl
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42 | <strong>LA</strong> MuJer eN <strong>LA</strong> SoCieDAD MAPuCHe SigLoS Xvi A XiX<br />
pesadas” 81 . De todas formas, para asegurarse un buen parto las futuras madres observaban ciertos rituales,<br />
algunos de ellos cargados de metáforas significativas, surgidas de la observación directa de la naturaleza: “y<br />
todos los días se han de ir a bañar, antes de salir el sol, y luego se ponen a la puerta de su casa, para ver salir<br />
el sol, y arrojan una piedra: para que la criatura salga tan de prisa como el rayo del sol, y caiga tan veloz como<br />
la piedra” 82 .<br />
Al mismo tiempo, la mujer embarazada debía evitar determinadas comidas: “Se prohibía igualmente co-<br />
mer carne de animales acuáticos o contrahechos a las mujeres, porque comunicaban la imperfección al<br />
feto” 83 . y también ciertas acciones que podían resultar nocivas para el parto: “Pero no se ha de parar en el<br />
umbral de la casa, que es mal agüero porque se le atravesará la criatura” 84 .<br />
Lo cierto es que el embarazo y el parto eran fenómenos rodeados de peligros, los que sólo podían ser<br />
contrarrestados mediante prácticas rituales y obedeciendo a los tabúes. Dichos peligros se cernían tanto<br />
sobre la mujer en estado de gravidez, como sobre sus cercanos:<br />
“En estando una muger con dolores de parto, la echan fuera de la casa, que vaya a parir junto al río:<br />
porque dicen: que todos los males de la muger preñada se les pasan a los de la casa y a las alajas. (…)<br />
En pariendo (que ordinariamente es sin ayuda de partera) se meten en el río, y se lavan muy bien, y<br />
vañan la criatura. Y se van a sus casas: pero las hallan solas, y por ocho días están sin que nadie las vea<br />
porque no se le pegue el mal de parto, i quando mucho tiene otra india que la acuda. A los ocho días se<br />
vuelve a bañar al río. Y quando viene a su casa, no halla cosa ninguna del ajuar antiguo: porque todo<br />
dicen: que está infeccionado con el mal del parto: sino todo nuevo. Y entonces la reciven los de su casa,<br />
con toda la parentela, con mucha chicha y comida: y se hace la fiesta de nacimiento de la criatura” 85 .<br />
La maternidad tenía para los antiguos mapuches, como para otras sociedades pre-modernas, una connotación<br />
ambigua, positiva y peligrosa a la vez. el nacimiento era recibido con alegría, y el nuevo integrante de la familia era<br />
homenajeado con una fiesta. La figura de la madre, en cambio, encerraba oscuras amenazas. en relación con esto,<br />
guevara apunta: “Había dos <strong>cl</strong>ases de sangre demasiado peligrosa para el hombre, el flujo menstrual y la evacua-<br />
ción uterina que seguía al nacimiento. eran sangres malas; al contrario, la del hombre se consideraba buena, como<br />
símbolo de la fuerza, de la vida, i la que se ofrecía en los sacrificios, como el alma del animal” 86 . La sangre mala o<br />
weda mollfiñ, era tenida por tan nociva, que se pensaba era capaz de secar un árbol o un sembrado 87 .<br />
Además del parto o del período menstrual, había otras ocasiones en las que se pensaba que mantener<br />
contacto o relaciones sexuales con las mujeres podía resultar perjudicial para los hombres: “Había, asimismo,<br />
81 rosales, op. cit., p. 158.<br />
82 ibid.<br />
83 guevara, op. cit., p.164.<br />
84 rosales, op. cit., p. 158.<br />
85 rosales, op. cit., p. 158.<br />
86 guevara, op. cit., p. 161.<br />
87 Ziley Mora, Magia y secretos de la mujer mapuche. sexualidad y sabiduría ancestral. ediciones qqbar. temuco: 1992.