r ^¡Tmmmmmmmmi - Biblioteca Universitaria de la Universidad de ...

12
Ta ni bien callaba cuando se le diri—
jian preguntas sobre su difunta mujer,
y no parecía sino que había
tomado el partido de recordar solo
los lejanos tiempos de su juventud,
considerando lo demás como
si no hubiese ecsistido.
Felicia se moría de fastidio en
aquellas eternas noches, que pasaba
en la mas completa ociosidad, pues
Serafina *lc babia dado á entender
que no parecia bien que durante la
visita del conde se ocupara de ninguna
labor. Con los mejores modos
y con espresiones incapaces de
herir su susceptibilidad, la señorita
de 'Clavícrcs !c hacia una guerra sorda
y encarnízala, teniendo el arte
de entristecerla, de sobresaltarla
y de sumerjirla en el mayor abatimiento
sin dejar traslucir sus intenciones:
reducíala casi á la de-