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Los cántaros de cuello evertido son más grandes, el grosor de sus lados es de un
promedio de 10 mm., y el diámetro de abertura excede los 23 cm. El tratamiento de la
superficie es buena, aunque se notan las huellas del bruftido vertical al exterior y
horizontal al interior, tienen engobe rojo exterior.
- Tinajas: Son vasijas bastante grandes y sin cuello. El diámetro de la abertura tiene un
promedio de 50 cm. y el grosor de sus lados 12 mm., aunque el extremo del borde está
bastante reforzado hacia el interior con un bisel de hasta 31 mm.
El tratamiento de su superficie es de un alisado tosco, no muestra evidencias de
decoración.
Es conveniente mencionar que 2 fragmentos recuperados de superficie en Huaca Penachl (Este,
M-2), correspondientes a cuellos de cántaros, son del tipo conocido como "Cara Gollete", uno de
ellos tlpicamente Virú (o Gallinazo), con ojo de aplicación circular, con punto e incisión horizontal.
También de aqul se pudieron recuperar 2 fragmentos de cerámica con superficie vidriada,
caracterlstica de la época Colonial.
1) Arquitectura-
La Arquitectura de este sitio corresponde bien al modelo tradicional de las culturas norteñas.
Los recursos arquitectónicos documentados, a partir del rellenamiento de recintos
previamente ocupados, son la constante de todos los sitios en esta parte del valle.
Seguramente, lo limitado de las excavaciones explorativas, no permitieron hallar el
sistema de celdillas constructivas, sin embargo, se pudo registrar el típico modelo
arquitectónico de las pirámides con frente escalonado, logrado a partir de muros de adobe
sin marcas (de 34 x 22 x 10 cm. aproximadamente), y de paramento simple. El enlucido de
ambas caras evidencia que formaban parte de recintos que luego de un tiempo de vigencia
fueron rellenados para remodelar y/o ampliar el edificio, (ver lám. 12 A; planos 46,47).
g) Conclusiones
Las evidencias corresponden a la última ocupación del sitio, que debió iniciarse entre los
siglos XIIl y XIV d.C., época que se encuadra dentro del período de Estados Regionales
Tardíos y, particularmente, al momento del control Chimú de los valles de Lambayeque.
Las evidencias de superficie, sin embargo, podrían ampliar los márgenes de ocupación
del sitio hasta el periodo de Desarrollos Regionales Tempranos, por un lado, y de la época
Colonial, por el otro. Esto es una posible presencia Virú, a un extremo, y otra posible
presencia Colonial al otro.
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