12.07.2013 Views

El legalismo y el mensaje del evangelio Prioridades Evangelio ...

El legalismo y el mensaje del evangelio Prioridades Evangelio ...

El legalismo y el mensaje del evangelio Prioridades Evangelio ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

identificar la necesidad de saciar la sed que<br />

ambos compartían. De esta forma pudo ganar<br />

la confianza de la mujer en <strong>el</strong> pozo y<br />

presentarle <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io. A esto le siguió una<br />

campaña de evang<strong>el</strong>ismo en masa cuando<br />

la mujer compartió <strong>el</strong> testimonio de lo que<br />

Cristo había hecho en su vida. Para poder<br />

desarrollar un evang<strong>el</strong>ismo mulifacético tene<br />

mos que echar a un lado nuestros prejuicios<br />

y preferencias personales.<br />

Segundo, al Señor le preocupaba más<br />

la salvación de las almas que Su reputación.<br />

En Mateo 9:10 <strong>el</strong> Señor se encuentra en la<br />

casa de Mateo junto a publicanos y pecadores.<br />

A pesar de lo escandaloso que era que<br />

un rabino se sentara a la mesa a compartir<br />

con gente inmunda, <strong>el</strong> Señor no se sintió<br />

incómodo al estar rodeado de incrédulos.<br />

En Su oración por los creyentes <strong>el</strong> Señor<br />

le pidió al Padre: “No ruego que los quites<br />

d<strong>el</strong> mundo, sino que los guardes d<strong>el</strong> mal”<br />

(Juan 17:15). Allí podemos ver <strong>el</strong> inicio<br />

d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>ismo c<strong>el</strong>ular, donde se abren<br />

las puertas de una casa y asisten amigos y<br />

familiares inconversos para un tiempo de<br />

confraternidad y estudio de la Palabra. Si<br />

deseamos alcanzar a un mundo pecador<br />

no nos podemos aislar de <strong>el</strong>los para poder<br />

tocarlos. Si tenemos <strong>el</strong> pesar d<strong>el</strong> Señor por<br />

la salvación de las almas, poco nos importa<br />

lo que otros puedan pensar de nosotros.<br />

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,<br />

bendecid a los que os maldicen, haced bien<br />

a los que os aborrecen, y orad por los que os<br />

ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos<br />

de vuestro Padre que está en los ci<strong>el</strong>os, que<br />

hace salir su sol sobre malos y buenos, y que<br />

hace llover sobre justos e injustos. Porque si<br />

amáis a los que os aman, ¿qué recompensa<br />

tendréis? ¿No hacen también lo mismo los<br />

publicanos” (Mateo 5:44­46).<br />

Tercero, estuvo preparado para ministrar<br />

cuando surgiera la necesidad.<br />

Hace muchos años aprendí de mi hermano<br />

mayor que “las oportunidades para<br />

hacer <strong>el</strong> bien, se presentan en los momentos<br />

menos oportunos”. Cuando <strong>el</strong> Señor<br />

fue invitado a las bodas de Caná todavía<br />

no había comenzado Su ministerio, ni la<br />

gente sabía de Él; sin embargo, surgió una<br />

crisis, y <strong>el</strong> Señor aprovechó esa oportunidad<br />

para bendecir a esa pareja mediante<br />

un acto de servicio milagroso en Juan<br />

capítulo 2. Lo mismo podemos apreciar<br />

en Mateo capítulo 14, cuando alimentó a<br />

la multitud. En ambas ocasiones ocurrió<br />

una crisis, pero <strong>el</strong> Señor nos demostró que<br />

si en medio de una crisis estamos dispuestos<br />

a servir y no a buscar excusas, <strong>el</strong> Padre<br />

será glorificado.<br />

En cuarto lugar, <strong>el</strong> Señor se alejó de<br />

los métodos tradicionales establecidos<br />

para exponer <strong>el</strong> <strong>mensaje</strong> de salvación, por<br />

ejemplo:<br />

• Visitó a los pecadores y comió con <strong>el</strong>los<br />

a pesar de que esto era escandaloso.<br />

• Le ministró a los niños, a las mujeres,<br />

a los extranjeros y a los desechados de<br />

la sociedad al igual que a los hijos de<br />

la casa de Isra<strong>el</strong>.<br />

• Al sanar en sábado <strong>el</strong> Señor demostró<br />

que <strong>el</strong> amor de Dios por los perdidos<br />

trasciende las tradiciones.<br />

• Tocó a los enfermos e inmundos de<br />

Su tiempo. Su compasión fue más allá<br />

de lo que los r<strong>el</strong>igiosos consideraban<br />

una conducta piadosa.<br />

<strong>El</strong> Señor no se limitó a las prácticas<br />

“sanas” que se habían usado por generaciones.<br />

Sus métodos fueron radicales en<br />

Su tiempo y Su ejemplo nos desafía a reaccionar<br />

y a contextualizar nuestro <strong>mensaje</strong><br />

para que sea r<strong>el</strong>evante y tenga sentido ante<br />

los desafíos que confronta la iglesia.<br />

Según Jonathan Gallagher en su ensayo:<br />

The Radical Jesus (<strong>El</strong> Jesús radical):<br />

“Cristo nos demostró de muchas maneras<br />

que Dios desea una reacción honesta y de<br />

corazón de nuestra parte, que no esté influenciada<br />

por lo que la gente pueda creer<br />

que es apropiado, sino por los principios<br />

d<strong>el</strong> reino de Dios”. O sea, <strong>el</strong> amor por los<br />

perdidos, la compasión por los quebrantados<br />

y afligidos y <strong>el</strong> servicio al prójimo. ¿Qué<br />

cosmovisión va a determinar la forma en<br />

que hacemos evang<strong>el</strong>ismo, la d<strong>el</strong> reino de<br />

Dios o la de un mundo egocéntrico?<br />

<strong>El</strong> Señor le ha dado a los líderes de la<br />

iglesia discernimiento para desarrollar estrategias<br />

evang<strong>el</strong>ísticas específicas dentro<br />

de su esfera de acción. Esto lo podemos<br />

apreciar en <strong>el</strong> Concilio de Jerusalén (véase<br />

Hechos 15), donde sin haber registro de un<br />

mandamiento directo dado por Dios, los<br />

apóstoles disciernen y recomiendan que no<br />

se imponga <strong>el</strong> rito de la circuncisión sobre<br />

los gentiles. Por lo tanto, debemos mirar a<br />

nuestras comunidades y determinar cómo<br />

los ministerios de la iglesia pueden desarrollar<br />

estrategias evang<strong>el</strong>ísticas. Que ante<br />

la necesidad de salvación de un mundo<br />

perdido, nuestros vecinos puedan ver,<br />

sentir y experimentar <strong>el</strong> amor de Dios a<br />

través de una comunidad de creyentes la<br />

cual en Cristo tiene una alternativa para<br />

romper con las ataduras de la d<strong>el</strong>incuencia,<br />

la violencia, <strong>el</strong> abuso doméstico, las<br />

drogas, <strong>el</strong> desempleo, la promiscuidad, las<br />

limitaciones educativas, los problemas de<br />

salud pública, etc., etc.<br />

Por supuesto que todo esfuerzo<br />

evang<strong>el</strong>ístico que no esté saturado con la<br />

oración es vano, pues la oración siempre<br />

precede a la acción, al compromiso con<br />

<strong>el</strong> llamado de Dios y al avivamiento. Dios<br />

ha colocado en la iglesia dones, talentos,<br />

habilidades y al Espíritu Santo para que<br />

tengamos poder para <strong>el</strong> servicio. La iglesia<br />

debe conectar las necesidades de su prójimo<br />

con <strong>el</strong> <strong>mensaje</strong> de salvación y esperanza<br />

mediante sus esfuerzos evang<strong>el</strong>ísticos.<br />

Dios nos ha llamado a proclamar <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io,<br />

a ser testigos, reconciliadores y Sus<br />

imitadores para atraer a los perdidos. Y<br />

cuando los perdidos no vengan a la iglesia,<br />

la iglesia tiene que ir a <strong>el</strong>los, dentro de su<br />

contexto particular. La iglesia debe estar<br />

receptiva a la idea de un evang<strong>el</strong>ismo multifacético,<br />

puesto que ningún esfuerzo singular<br />

es la respuesta ante las necesidades<br />

diversas y desafíos que confronta la iglesia<br />

en nuestros días. Esto nos lleva a otro<br />

tema y es que no todas las iglesias van a<br />

ser uniformes en su forma de alabanza,<br />

adoración, apariencia y estilos de evang<strong>el</strong>ismo;<br />

pero eso lo compartiremos en otra<br />

oportunidad que se nos presente.<br />

<strong>mensaje</strong>roalablanca@wwph.com 29

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!