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Hombres de Dios
El libro a redescubrir es la Biblia, la
santa Palabra de Dios. Es en ella
donde encontramos el propósito
de Dios para nuestras vidas. Si leemos
una porción del Salmo 139:14­16 descubriremos
cosas que no encontraremos en
ningún otro libro. “Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No
fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en
oculto fui formado, y entretejido en lo más
profundo de la tierra. Mi embrión vieron
tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas
aquellas cosas que fueron luego formadas,
sin faltar una de ellas”.
La Biblia es un tesoro lleno de bendiciones
que Dios tiene para cada ser humano.
Veamos lo que encontramos en este
corto pasaje. Dios, creador de todo lo que
existe, merece nuestra alabanza porque formidables
y maravillosas son Sus obras. Hay
tres cosas indispensables para la humanidad
que Él provee gratuitamente. El sol, el
oxígeno y el agua. Siempre que testifico a
alguien acerca de las maravillas de Dios le
pregunto: ¿Cuánto costaría el aparato que
proveyera la luz y el calor que toda la hu­
Por: Salomón Estrada
Redescubriendo el Libro
M e n s a j e r o A l a B l a n c a e n e r o / f e b r e r o d e 2 0 0 9
manidad recibe del sol? ¿Cuánto costaría
la máquina que produjera el oxígeno que
respiramos todos los días? Y finalmente:
¿Cuánto costaría la máquina que produjera
el agua que toda la humanidad consume
cada día? ¡Oh, Señor cuán formidables y
maravillosas son tus obras!
Es en la Biblia donde descubrimos que
todo hombre y mujer está falto delante de
Dios. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios”. Aunque Dios se ha revelado a nosotros
a través de Su creación, es a través de
la Biblia que aprendemos los pasos a seguir
para encontrarnos completamente delante
de Él. Sí, los cielos cuentan la gloria de Dios
pero sólo contemplando Su hermosura no
habremos de ser salvos. Es en Su Palabra
donde descubrimos a Jesucristo y que Él es
el camino, la verdad y la vida. Es allí que
descubrimos que sin Él no podemos allegarnos
al Padre. (Véase Juan 14:6.)
Este hermoso tesoro que Dios nos ha
dado es el único medio a nuestro alcance
para conocer cómo fuimos formados.
Cuando dice: “Mi embrión vieron tus ojos”
(v. 16), me conmuevo emocionalmente y
mis ojos se llenan de lágrimas al ver en mi
mente ese pequeño ser siendo formado
por las manos de Dios y al niño mirando al
Creador cara a cara. ¡Oh, cuán grandes son
Tus obras, oh Altísimo! Te amo Señor. Solo
Tú eres digno de recibir toda honra, gloria
y honor.
¿Cómo vamos a redescubrir este hermoso
tesoro? La forma en que yo lo hago
es apartando diez minutos cada día para
leerlo. Hoy terminé en Lucas 1:39. Mañana
continuaré en Lucas 1:40. Quiero animarte
a que leas toda la Biblia. Empieza en
Génesis 1:1, y comienza a descubrir. Esto
es algo que puedes hacer en tu hora de
almuerzo, descanso o cuando sea mejor
para ti. Comprométete a redescubrir el
Libro porque en él Dios tiene grandísimas
promesas y tesoros para ti.
Hombres de Dios
Mensajero Ala Blanca
White Wing Publishing House
P.O. Box 2910 Cleveland, TN
37320­2910 EUA
Atención: Salomón Estrada
hombresdedios@aim.com