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El legalismo y el mensaje del evangelio Prioridades Evangelio ...

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la bienvenida mediante un largo y fuerte<br />

aplauso. <strong>El</strong> director saluda a la audiencia,<br />

sube a su estrado y nuevamente <strong>el</strong> silencio<br />

se adueña d<strong>el</strong> auditorio. Al levantar sus<br />

brazos, nuestra expectativa aumenta hasta<br />

que llega <strong>el</strong> momento en que todos los<br />

instrumentos inundan <strong>el</strong> auditorio con<br />

una armonía exquisita de instrumentos<br />

de acero y viento resonando al paso de<br />

la sección de percusión. Al escuchar, ya<br />

no distingue los instrumentos individuales,<br />

sino que escucha la mezcla perfecta<br />

de músicos tocando a una, músicos que<br />

no sólo están en sintonía unos con otros<br />

sino aunados a la dirección magistral d<strong>el</strong><br />

director.<br />

En medio de una sociedad en constante<br />

cambio con las complejidades de la<br />

tecnología e innovación, debemos hacernos<br />

esta pregunta: “¿Estamos sintonizados<br />

con Dios?” Como punto de referencia utilizamos<br />

la Biblia como la Palabra directa<br />

de Dios. La Biblia también es <strong>el</strong> catalítico<br />

transformador de nuestras vidas. Al leer<br />

su contenido vemos que no contiene palabras<br />

estáticas sujetas a la cultura de hace<br />

2000 años, sino que es la Palabra de Dios<br />

que evoluciona para aplicarse a nuestras<br />

vidas hoy día con una nueva rev<strong>el</strong>ación de<br />

poder. En vez de pensar en la Biblia como<br />

un libro escrito hace siglos, debemos organizar<br />

nuestros pensamientos y creer<br />

que Dios infunde a diario en Su Palabra<br />

inspiración y rev<strong>el</strong>ación fresca para nosotros.<br />

Debemos despertar a diario con<br />

expectativa; encontrar Sus planes y alinear<br />

nos con esas metas.<br />

Debemos preguntarnos también:<br />

“¿Cómo estamos sintonizándonos al <strong>mensaje</strong><br />

d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io de Jesucristo para poder<br />

representarlo con r<strong>el</strong>evancia y aplicación<br />

práctica? Una iglesia llena de creyentes<br />

atados por la tradición e irr<strong>el</strong>evancia será<br />

incapaz de desarrollar nuevos discípulos<br />

y rescatar a los perdidos. <strong>El</strong> evang<strong>el</strong>io no<br />

nos ha fallado; nosotros le hemos fallado<br />

al evang<strong>el</strong>io. Nuestros esfuerzos fracasarán<br />

si sólo están basados en programas,<br />

tecnología y presentaciones; sólo tendrán<br />

éxito si los encapsulamos en la Palabra de<br />

Dios para esta época.<br />

Entonces, ¿cómo encontraremos la<br />

Palabra fresca de Dios? ¿Recuerda que<br />

Dios hizo descender maná d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o para<br />

los isra<strong>el</strong>itas en <strong>el</strong> desierto? Él quiso enseñarles<br />

que la provisión d<strong>el</strong> día se conseguía<br />

diariamente, con dependencia no<br />

en nuestras habilidades para conservar<br />

o cosechar, sino en <strong>el</strong> Proveedor. La provisión<br />

de ayer se dañará y la provisión de<br />

mañana no saciará <strong>el</strong> hambre d<strong>el</strong> mundo<br />

hoy. Debemos trabajar diligentemente hoy<br />

para saciar las necesidades de hoy. Debemos<br />

concentrarnos en lo que Dios nos ha<br />

llamado a hacer hoy.<br />

Cuando nos alejamos de lo que Dios<br />

nos ha llamado a hacer y preferimos dedicar<br />

nuestro tiempo a nuestras prioridades<br />

e itinerario, nos privamos de la provisión<br />

divina. Pablo exhorta a Timoteo a ser un<br />

ejemplo al trabajar en la obra d<strong>el</strong> Señor.<br />

La lectura diaria de la Palabra, la oración,<br />

<strong>el</strong> ayuno y <strong>el</strong> imponer manos sobre los<br />

enfermos son parte d<strong>el</strong> plan de Dios y nos<br />

convierte en bendición para los demás. Es<br />

en esta encrucijada que Pablo continúa<br />

dando instrucciones no sólo en <strong>el</strong> proceso<br />

d<strong>el</strong> “hacer”, sino también de “cómo<br />

estar en sintonía”. Las tradiciones judías<br />

estaban llenas de leyes y mandamientos<br />

que cada judío debía aprender y memorizar.<br />

Sin embargo, la vida cristiana de<br />

los judíos estaba enfrentando los mismos<br />

problemas que nosotros enfrentamos hoy<br />

día —<strong>el</strong> problema de no ser r<strong>el</strong>evantes.<br />

Aunque sea importante guardar los mandamientos<br />

y guardar las buenas prácticas,<br />

este proceso se torna carente de vida si<br />

intentamos completar una lista de “cosas<br />

que hacer” al día. Pensemos en <strong>el</strong> ejemplo<br />

expuesto al principio. Si todos decidiéramos<br />

cuáles son las características cristianas<br />

más importantes y sólo nos dedicáramos<br />

a ponerlas en práctica, seríamos<br />

como una orquesta cuyos integrantes<br />

tocan sus propias m<strong>el</strong>odías sin dirección<br />

alguna. Si le permitimos a nuestro Director<br />

c<strong>el</strong>estial dirigirnos, nuestras vidas<br />

tendrán valor y propósito, no sólo para<br />

nosotros sino también para los demás.<br />

Dios nos da las instrucciones para<br />

hacer aquéllo a lo que Él nos ha llamado.<br />

Observe de cerca cómo se nos dan dichas<br />

instrucciones. <strong>El</strong> hecho de decir que se<br />

hizo algo carece de sentido si no se siguen<br />

las instrucciones exactas. La práctica tiene<br />

como meta guiarnos a una r<strong>el</strong>ación más<br />

cercana y a un entendimiento más amplio<br />

de la voluntad de Dios. Si hacemos esto,<br />

comenzaremos a estar más en sintonía con<br />

Su dirección. Comenzaremos a reconocer<br />

Su voz y patrones, y pronto podremos<br />

seguir de cerca Su dirección sin tener que<br />

depender de nuestros propios talentos y<br />

habilidades.<br />

¿Alguna vez ha tenido o maneja do<br />

un auto al cual le fallaba la alinea ción? No<br />

importa a dónde vaya ni a qué v<strong>el</strong>ocidad<br />

viaje, tiene que sostener constantemente<br />

<strong>el</strong> guía hacia la derecha o la izquierda.<br />

Cuando estamos fuera de alineación con<br />

Dios nos movemos de un lado a otro. Sin<br />

la constante corrección podremos terminar<br />

saliéndonos de la carretera. Dios nos<br />

dirige hacia donde Él necesita que vayamos,<br />

pero nosotros nos movemos de un<br />

lado a otro. Es por eso que necesitamos<br />

corrección, para no salirnos d<strong>el</strong> camino.<br />

Sin embargo, aunque la corr ección sólo<br />

nos vu<strong>el</strong>ve a la carretera, si no estamos<br />

alineados volveremos a salirnos d<strong>el</strong> camino.<br />

Necesitamos alinearnos y estar en sintonía<br />

con Dios para poder convertirnos en<br />

un componente integral y contribuyente<br />

d<strong>el</strong> plan de Dios.<br />

<strong>mensaje</strong>roalablanca@wwph.com<br />

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