Los Mayores FRAUDES de la Historia - LimaClara Ediciones

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Reencuentro
Lope de Vega, el fasto final
Casi feroz mas del todo insignificante,
el siguiente fárrago, pérfidamente fatuo,
resultante de ocios fútiles y fóbicos
y el que flamea y fenece en el folio próximo,
evidencia, fehacientemente,
que la estupidez no siempre puede ser evitada;
sin embargo, y a pesar del tamaño desusado del desvarío,
(propio de mente enfermiza)
no debe de tomárselo tan a la tremenda
puesto que, a la postre,
todo pretendido ejercicio literario,
a veces intelectualmente profundo
(nunca en mi caso),
no deja de ser un mero pasatiempo lúdico,
es decir, un juego.
Desacralicemos, aunque sea un poco;
sacudámonos del almidón
(para que no nos apelmace tanto)
y así percibiremos que el conocimiento lleva al juego,
los cuales recrean el alma.
Conocimiento y juego,
¡el intelecto en perfecto equilibrio y funcionamiento!
-Bien lo refleja el Anónimus 716,
en su legendaria asonada del último viernes del ’99-
“Aquellos que viven de las cosas vanas de la vida,
que se regodean únicamente en las formas y las apariencias,
y que pertenecen al “Reino del Terror a las Ideas” y
al “Submundo de la Hojarazca”, ¡pobrecillos!
Jamás disfrutan, contenidos;
¡si supieran cuán preciosa es la sustancia!