Los Mayores FRAUDES de la Historia - LimaClara Ediciones
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HOY, FRÍO Y BRUMOSO PRIMER VIERNES DE MAYO, SE<br />
cumple <strong>la</strong> semana primera <strong>de</strong> su triste <strong>de</strong>saparición. Su<br />
muerte fue como su vida: dolorosa, fugaz. Gran angustia<br />
es comprobar que, a pesar <strong>de</strong> su trágica muerte, todo<br />
sigue igual. Nada ha variado. Ni el más leve acontecer<br />
<strong>de</strong>nota <strong>la</strong> tragedia. La gran metrópoli sigue su marcha;<br />
todo permanece en <strong>la</strong> misma y zigzagueante monotonía.<br />
Nadie, o casi nadie, notó su <strong>de</strong>ceso. Su querible y<br />
simpática figura ya no recorre más <strong>la</strong>s pulu<strong>la</strong>ntes calles<br />
porteñas. Sin embargo, los medios <strong>de</strong> comunicación no<br />
repararon en ello; no hubo duelo nacional; ningún<br />
administrador o gobernante <strong>de</strong> turno comunicó<br />
condolencias. Tampoco se expresaron figuras <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
actualidad ni gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>portistas ni los artistas. Nadie<br />
prorrumpió en loas ni en dolor por lo perdido. No hubo<br />
multitu<strong>de</strong>s que acompañaran su féretro ni flores cubriendo<br />
<strong>la</strong>s avenidas ante el paso <strong>de</strong> su cuerpo inerte. No hubo<br />
briosos corceles ni grana<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guardia Nacional.<br />
Todo fue silencio, todo fue soledad.<br />
Es casi comprensible: Timoteo nunca ganó un gran<br />
premio; nunca hizo un gol histórico ni protagonizó un<br />
filme. No fue político, cantante o gobernante popu<strong>la</strong>r.<br />
Timoteo sólo amó y sirvió a sus semejantes, a los<br />
cientos <strong>de</strong> necesitados que se cruzaron por su vida;<br />
ninguno <strong>de</strong> ellos se alejó <strong>de</strong> él con <strong>la</strong>s manos o el corazón<br />
vacíos. Un soleado día <strong>de</strong> verano arribaron a <strong>la</strong> gran<br />
ciudad. Luego <strong>de</strong> bajar <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> su madre y <strong>de</strong> su<br />
hermano, sólo 18 meses mayor que él, y <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar atrás el<br />
atiborrado tren, se perdieron entre el torrente humano <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> gran terminal <strong>de</strong> Retiro.<br />
Tomaron habitación en una misérrima pensión <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
zona marginal. La madre partía temprano todas <strong>la</strong>s<br />
mañanas para volver, bien entrada <strong>la</strong> noche, con el pan <strong>de</strong><br />
cada día, el que en manera alguna alcanzaba a satisfacer a<br />
los niños hambrientos.<br />
Las salidas <strong>de</strong> <strong>la</strong> supuesta madre se tornaron cada vez<br />
más <strong>la</strong>rgas, hasta que una mañana cualquiera, terrible y<br />
para olvidar, partió para no volver nunca más.<br />
Abandonados, a <strong>la</strong> <strong>de</strong>riva y <strong>de</strong>samparados ante un<br />
_______ <strong>Los</strong> <strong>Mayores</strong> Frau<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Historia</strong>_______<br />
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