Los Mayores FRAUDES de la Historia - LimaClara Ediciones

_________ * Raúl Silverio López Ortego * ________
bien blancos, aferradas sus manitos rosadas y muy
asustadas, tratando de cruzar la gran avenida. Percibió el
correr alocado del cíclope de varias ruedas. La prominente
mezcla de hierro y acero descendía cual bólido siniestro.
Los ojos extraviados y aterrorizados de su conductor le
anunciaban a gritos que había perdido el control del
vehículo. Timoteo sólo atinó a correr desesperadamente.
¡Pocas veces sus piernas fueron tan rápidas! Por un
instante recordó carreras ganadas en las clásicas
competencias de las fiestas de mayo.
Ahí, todo sucedió en fracción de segundos. Con la punta de
los dedos, empujó a las palomitas blancas, que rodaron
por el sucio y negro asfalto. Golpeadas, sollozantes,
temblorosas y maltrechas, salvaron sus tiernas y valiosas
vidas. Timoteo no tuvo la misma suerte. El golpe,
inexorable, fue doloroso, seco, brutal y mortal; su cuerpo
rodó, ya sin vida, estrellándose contra el húmedo cordón
de la vereda. Final acorde para una vida igual: Nació en la
calle, vivió en la calle y murió en la calle. Vino sin nada,
nada tuvo en este mundo, y nada se llevó de él.
Timoteo Franck murió a la edad en que la felicidad
no debiera ser tan escasa. En la insensible ciudad no hubo
lamentos, no hubo dolor. No apareció en las páginas de los
diarios de la tarde, no fue título de noticieros. No hubo
alocuciones ni homenajes de los "grandes". No hubo
multitudes que despidieran sus restos ni flores que tapiza-
ran las avenidas ante el paso de su féretro. Ni cureñas ni
corceles ni el Ejército de Patricios ni granaderos de la
Guardia Nacional. Es casi comprensible.
Al momento de dar su vida, creyó que entregaba lo último
que tenía; no fue así. Timoteo legó su ejemplo. Allí, su
cuerpo entregó el espíritu pero, a pesar de su muerte, ¡sus
obras siguen hablando! Timoteo Franck, sin padre, sin
madre, sin genealogía ni días, todavía, ¡todavía sigue
dando!
______ Los Mayores Fraudes de la Historia________
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