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Suponen que donde no hay servicios nadie obtiene atención, sin tomar en cuenta el
traslado en búsqueda de atención médica
No distinguen entre problemas de salud, pudiendo ser más equitativos los sistemas para
un problema que para otro.
Por otra parte, el criterio de clasificación según el cuál se construyen los grupos con relación a las
desigualdades tiene dos componentes: la desigualdad entre los grupos y la desigualdad al interior
de los grupos.
Esto sugiere un criterio para la clasificación según el cuál, en este trabajo, los grupos se han
definido de manera de maximizar la desigualdad entre ellos y de minimizar las desigualdades
dentro de los mismos.
Los criterios de clasificación pueden considerar la dimensión geográfica, socioeconómica o
epidemiológica.
En general, el más utilizado es el criterio geográfico que resulta conveniente porque los datos
poblacionales se refieren a las divisiones político administrativas, con lo cual también se relacionan
con las políticas y la asignación de recursos según jurisdicción. El problema es que este criterio es
que la desigualdad entre áreas geográficas es sólo una fracción de la desigualdad total. En este
estudio se parte de datos organizados bajo criterios geográficos (las jurisdicciones).
El criterio epidemiológico puede ser el más apropiado cuando se quiere saber si la atención médica
se concentra donde más se la necesita. La equidad sigue estando en relación con la probabilidad
de tratamiento, y que esta sea igual entre los Grupos, aunque en un Grupo puede haber muchos
enfermos reales o potenciales y en otro pocos. Este criterio no se consideró adecuado, por dos
razones: a) las dificultades en seleccionar enfermedades respecto de las cuales se desea evaluar
el sistema, b) los problemas que se señalan respecto a la disponibilidad, calidad y consistencia de
los datos y c) la existencia de estudios preliminares con este enfoque.
El criterio socioeconómico considera el poder de compra del individuo -directa o indirectamente, y
situaciones de bienestar general (condiciones del medioambiente, educación y otras). Este criterio
tiene una importante interacción con la clasificación geográfica.
En el presente trabajo ha optado por un criterio de clasificación socioeconómico utilizando la
esperanza de vida para la construcción de los grupos definidos sobre bases geográficas
(jurisdicciones político - administrativas).
La selección de este criterio para la agrupación está basado (además de lo explicitado
anteriormente) en el poder discriminante y en la consideración de la esperanza de vida al nacer o
vida media. Es el promedio de años que se espera que serán vividos por los niños recién nacidos,
con base en un juego de tasas específicas de mortalidad por edad. La esperanza de vida al nacer
es una de las funciones de la tabla de mortalidad o tabla de vida (modelo teórico que permite medir
las probabilidades de vida y de muerte de una población en función de la edad, para un período de
tiempo determinado). Las condiciones de salud y las fluctuaciones entre provincias se reflejan en la
esperanza de vida que resulta un indicador síntesis de las veinticuatro jurisdicciones. Diferentes
estudios avalan la utilización de este criterio (Kawachi, 2000; Whitehead, 1992).
Esta clasificación es una expresión global del grado de bienestar y de condiciones de vida
alcanzados por la población del área o jurisdicción, resulta aplicable a comparaciones geográficas
y contempla las relaciones con políticas jurisdiccionales y con la asignación de recursos.
Se han analizado los siguientes indicadores:
• Porcentaje de población sin agua potable
• Porcentaje de población sin desagües cloacales
• Porcentaje de población NBI
• Porcentaje de población urbana
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