LIDERAZGO

Ventajas de la descentralización de la autoridad.
La descentralización permite que las decisiones sean tomadas por las unidades situadas en
los niveles más bajos de la organización, proporcionando un considerable aumento de
eficiencia. Entre las principales ventajas podemos citar:
a) Los jefes están más cerca del punto donde se deben tomar las decisiones, esta
disminuye los atrasos causados por la consulta a los superiores restantes.
b) Permite aumentar la eficiencia aprovechando mejor el tiempo y aptitud de los
dirigentes, evitando que rehúyan la responsabilidad, por ser más fácil transitar la
estructura organizacional o llegar al control de mando.
c) Permite mejorar la calidad de las decisiones a medida que su volumen y complejidad
se reducen, aliviando a los jefes principales del exceso de trabajo decisorio.
e) Permite la formación de líderes locales o regionales más motivados y más conscientes
de sus resultados operacionales que el ejecutivo central.
Desventajas
Como todo, la descentralización tiene sus limitaciones las cuales algunas citaremos:
a) Falta de uniformidad en las decisiones
b) Insuficiente aprovechamiento de especialistas.
c) Falta de funcionarios o de un equipo apropiado en el campo de actividades.
ORIGEN DE LA AUTORIDAD PASTORAL
EN LA IGLESIA
La autoridad pastoral no se origina en su cargo per sé, sino en tres fuentes:
Primero: En su llamamiento interno. Dios le ha llamado, por esa razón lo abandona todo
para dedicar su vida a la obra ministerial.
Segundo: En su llamado Externo: El reconocimiento de la iglesia local de ese llamado
interno. La iglesia le reconoce como Ministro de Dios.
Tercero: Su conducta, Fe y Pureza son fuentes de autoridad del Pastor
El llamamiento interno del Ministro no es paralelo a la visión del Cuerpo de Cristo (La
Iglesia) en la elección de su Pastor.
Por muy llamado de Dios que se sienta un hombre, no puede Imponer a la iglesia ese
llamado, porque su llamado no está por encima del cuerpo de Cristo.
En caso contrario la Iglesia no puede desconocer el llamado interno de un hombre, pero
sí el uso de su autoridad sobre el cuerpo de Cristo.
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