ECOS Madrid - 10 Tipps fuer Entdecker (Vorschau)

| SOL Y SOMBRA |
EROTISMO DE LAS LENGUAS
Einst galt in Spanien das Französische als schönste Sprache überhaupt.
Das hat sich mittlerweile geändert:
Ein Außenseiter, ein ehemaliges Aschenputtel, drängt jetzt nach vorn...
por Mercedes Abad AVANZADO
No hay duda de que los
cánones de belleza cambian
con el tiempo y las modas.
Pues bien: también nues -
tra percepción de las lenguas
varía con el tiempo y las circunstancias
históricas. Por
ejemplo, los españoles siempre
habían considerado que
la lengua más erótica, la más
sexy, la Marilyn Monroe de
las lenguas, era sin duda alguna
el francés, con sus voluptuosas
sonoridades, las siseantes
eses y esos morritos
que se le ponen a cualquiera
cuando pronuncia la “u”
francesa. Por eso, el tópico
la consideraba la lengua más
apta para el amor y el libertinaje,
seguida muy de cerca
por el italiano, con su indiscutible
musicalidad y ese aire
la percepción Wahrnehmung
voluptuoso/a sinnlich
la sonoridad Klangwelt
siseante zischend,
(hier) stimmhaft
el morrito (ugs.) Schnute
el tópico Klischee
áspero/a rau
por antonomasia schlechthin
estrujar drücken,
quetschen;
(hier) drängeln
corresponderse
con
entsprechen
el/la
vanguardista Avantgardist/in
acariciador liebkosend
aterciopelado/a samtig
ese punto (ugs.) dieses
canalla leicht Schuftige
sin cesar ständig
empujado/a (hier fig.)
getrieben
solicitado/a begehrt, gefragt
el mejor partido (fig.) die
beste Partie
la ineptitud Unfähigkeit
deliciosamente dramático y
teatral que le dan los italianos,
que al igual que los
españoles hablan con todo el
cuerpo. En cuanto al español,
recuerdo haber oído decir
de pequeña que si el
francés era la lengua de las
damas y el inglés la de los
comerciantes, el español, de
sonoridades más ásperas y
rudas (al menos el que se habla
en la Península), era la
lengua de los hombres por
antonomasia.
¿Y el alemán?, se preguntarán
ustedes. Pues bien, el alemán
cuenta en España con
una famosísima parodia, que
todos los niños aprenden en
el colegio: “Suban, estrujen
y bajen”. He aquí la percepción
más común del alemán,
una lengua que hasta ahora
tenía fama en España de dura
y autoritaria, y que se ha asociado
históricamente a los
militares. De nada servía que
yo, pobre de mí, argumentara
ante mis amigos que ése
era un tópico asqueroso e injusto
que no se correspondía
con la realidad fonética de la
lengua alemana, cuya sonoridad,
para mí muy bella,
está a veces muy cerca de la
del francés: todos acababan
burlándose de mí y de lo que
consideraban mi excéntrica
pasión por lo alemán. Sin
embargo, yo debía de ser una
vanguardista, porque ahora
mismo la consideración sobre
la lengua de Goethe y de
Stefan Zweig (uno de mis escritores
favoritos; lean La
embriaguez de la metamorfosis
–Rausch der Verwandlung–
si no la han leído aún)
está cambiando en España a
toda velocidad. Antes, en la
publicidad nunca oías hablar
alemán. Inglés y francés, sí,
pero jamás alemán. En los
últimos tiempos, sin embargo,
en varios anuncios de
coches alemanes, tanto en la
radio como en la televisión,
voces alemanas masculinas
dicen cosas tan poco atractivas
sexualmente, en teoría,
como Volkswagen, das Auto
o Wir leben Autos. El mensaje
puede ser una auténtica
tontería, pero las voces que
lo dicen son tan profundas,
tan acariciadoras y aterciopeladas
a la vez que viriles, e
incluso con ese punto canalla
que a las mujeres nos vuelve
locas, que a una le dan ganas
de irse corriendo a comprar
un Volkswagen, con la estúpida
esperanza de que el vendedor
sea el mismo tipo que
grabó el mensaje con esa voz
tan erótica. Por una vez mis
amigas están de acuerdo conmigo:
una de ellas está tan
enamorada de la voz que dice
Volkswagen, das Auto, que
se la ha grabado en su smart -
phone y la pone sin cesar
mientras está en el gimnasio.
Otra se ha propuesto encontrar
urgentemente un novio
alemán con una voz pareci -
da. Una tercera ha empezado
muy seriamente a aprender
alemán.
Mercedes Abad, periodista y
escritora española residente
en Barcelona. Es columnista
de ECOS desde 1996.
¿Estaremos, pues, ante un
cambio de paradigma? ¿Sustituirán
los alemanes a los
franceses como los hombres
más eróticos? ¿Pasarán a la
historia los Alain Delon y serán
sustituidos por los Dietrich
y Wolfgang, Werner y
Klaus? ¿Diremos dentro de
cuatro o cinco años que, para
el amor, no hay lengua capaz
de superar al alemán?
Yo me pregunto si todo esto
no estará relacionado con el
hecho de que muchos españoles
se vean forzados, hoy
en día, a emigrar a Alemania,
“¿SUSTITUIRÁN LOS ALEMANES A
LOS FRANCESES COMO LOS
HOMBRES MÁS ERÓTICOS?”
empujados por la crisis, de
modo que la lengua alemana
es en estos momentos una de
las más solicitadas en las escuelas
de idiomas. Puede que
la lengua alemana no sea la
más erótica, pero sin la menor
duda hoy en día es para
los españoles el mejor partido.
Lo que no consiguió
Goethe, ¿lo conseguirán Angela
Merkel y la tragicómica
ineptitud de los políticos
españoles?
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ECOS enero 2014