Seminario Bíblico de las Américas 1

Seminario Bíblico de las Américas 107
Lección 11
La Muerte, Resurrección y Ascensión de Jesús
Lea la frofecía del "Siervo Justo" en Isaías 52:13, 53:12 que se encuentra en la página ? de este
manual. ¡Esto es un cuadro asombroso de la vida y muerte de Jesús! ¿Cuántas profecías de Cristo de
este pasaje puede usted encontrar cumplidas en los cuatro evangelios? ¡Sería un gran desafío encontrarlas
a todas, porque hay muchas!
Vamos a tratar ahora sobre los eventos del día de la crucifixión de Jesús, el viernes de la fiesta de
la Pascua. Ya había llegado la hora de sacrificarse por los pecados del mundo. Jesús se preparó para
soportar la agonía de la cruz pasando tiempo en oración con su Padre en el Huerto de Getsemaní. Judas
allí lo traicionó y los líderes religiosos le habían llevado a juicio ante el Sanedrín ilegalmente en la
noche el jueves.
EL VIERNES – (Mt. 27:1-61; Mr. 14:43-15:47; Lc. 22:54-23:56; Jn. 18:1-19:30)
A primera hora de la mañana el viernes, el concilio del Sanedrín se reunió otra vez para ratificar
el fallo dado la noche anterior. Usando la misma pregunta que le hicieron la noche anterior y recibiendo
de Jesús respuesta idéntica, decidieron mandarlo a Pilato para pedir sentencia de muerte. Ahora por
fin, tenían un cargo legítimo contra Jesús que los romanos podrían aceptar. ¡Se había declarado Cristo
el Rey, y solo el Emperador podría llamarse Rey!
El Suicidio de Judas ( Mt. 27:3-10)
Cuando Judas se enteró del resultado del juicio hecho por los sacerdotes, quiso retractar lo que
había hecho. Aunque el verbo en verso tres es traducido “arrepentido”, en griego solo indica que tuvo
pena. (No es lo mismo que el verdadero arrepentimiento como en el caso de Pedro, que se demostró
con acciones.) ¿Cómo pudo Judas traicionar a su Maestro y Amigo? Lucas explica: “Entró Satanás en
Judas”. Al no poner freno a su avaricia, había abierto esa puerta al enemigo. (Judas es una muestra de
lo que le puede suceder a cualquier discípulo del Señor que no venza su debilidad dominante. Tarde o
temprano, esta debilidad lo destruirá.) Lleno de remordimiento, Judas tiró las treinta piezas de plata en
el templo, salió fuera y se ahorcó.
Jesús ante Pilato (Mt. 27:2, 11-14; Mr. 15:1-5; Lc. 23:1-5)
Pilato, el gobernador romano, le hizo la pregunta, “¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le dijo,
“Tú lo dices”. Los líderes religiosas le había acusado a Jesús de tres cosas ante Pilato (Lc. 23:2):
1)Pervertir a la nación.
2)Prohibir dar tributo a César.
3)Llamarse a sí mismo el Cristo, el Rey.