Seminario Bíblico de las Américas 1

30 Seminario Bíblico de las Américas
Hubo tres señales sobrenaturales en su bautismo:
1. El Cielo abierto (vea Jn. 1:32, 50, 51; Hch. 7:55-56; Ap. 19:11-16).
(Es posible que la multitud no vió estas cosas (Mr. 1:10; Jn. 12:29; Hch. 9:7).
2. La Voz del Padre (Tres veces Él tuvo el testimonio de la voz del Padre: en Mt. 3:17 - su bautismo;
Mt. 17:5 - Monte de la Transfiguración, y Jn. 12:27-30).
3. El Espíritu como Paloma (Mt. 3:16).
***¡Note las tres Personas de la Deidad en el bautismo de Jesús!
II. LAS TENTACIÓNES DE CRISTO
(Mt. 4:1-11; Mr. 1:1-12; Lc. 4:1-13, He. 2:17-18; He. 4:14-16)
En Mateo 4:1-2 nos relata, “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por
el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo...”
¡Es muy interesante notar que fue el mismo Espíritu de Dios que lo llevó al desierto para pasar
por la prueba de las tentaciones del diablo! Era necesario que pasara esta prueba antes que comenzara
su ministerio público. A veces cuando hemos pasado la victoria espiritual más grande, es cuando el
diablo más nos tienta al orgullo, la vanidad, o sea cual sea nuestra debilidad humana. Tenemos que
estar alerta en todo momento de sus artimañas, y preparados para dar respuesta con la Palabra de Dios
como Jesús, someternos al Padre como Él, y resistir al enemigo también. Solo así estaremos preparados
para ministrar a otros, cuando hemos pasado la prueba de fuego.
Vamos a analizar cada una de estas tentaciones. No eran tentaciones comunes a todos los hombres,
sino especialmente preparadas para tratar de derrotar a Jesús de su misión de redimir a la humanidad
con su muerte en la cruz, y de usar su poder en una forma ilegítima. Pero tienen rasgos en común
con las tentaciones nuestras. Lea I Jn. 2:16 (“los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria
de la vida”) y Gn. 3:6, para ver la naturaleza de las tentaciones de Adán y Eva, y como se comparan
con las tres tentaciones de Jesús.
1.“Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan”, Mt. 4:3.
• Esta tentación apelaba a los deseos de la carne, la naturaleza física.
• La esencia era de desviar a Jesús de la voluntad de Dios, tomando las cosas en sus propias
manos en lugar de esperar el tiempo de Dios.
• Raíz de muchos pecados es el deseo de ser independientes de Dios.
Respuesta de Jesús: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de
la boca de Dios.” Mt. 4:4.
• Jesús tenía las prioridades correctas, las cosas espirituales primero.
• Siempre dependía del Padre para todo.
• Jesús estaba ayunando y buscando a Dios en ese momento. No era el momento de romper el
ayuno ni de usar sus poderes sobrenaturales para su propio beneficio.
2.“Si eres Hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en
sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra,” Mt. 4: 6.
• Esta tentación apelaba a la vanagloria de la vida, y era presunción, no era fe y confianza en Dios.
• El diablo a veces cita la Escritura para desviarnos, pero la cita mal.
• Debemos ser guiados por el Espíritu de Dios, no por vanagloria o dirección de “otros espíritus”.