Descargar PDF - Aprender en casa
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118 Nivel Inicial: Narración y biblioteca<br />
Así como sucedió <strong>en</strong> la clase cuyo registro reprodujimos más arriba, realizada<br />
a partir del libro Willy el mago (de Anthony Browne), suele suceder que, cuando<br />
leemos <strong>en</strong> voz alta, los chicos preguntan, com<strong>en</strong>tan, recapitulan, “sal<strong>en</strong> con cualquier<br />
cosa”. S<strong>en</strong>timos la t<strong>en</strong>tación de hacerlos callar porque tal vez creemos que<br />
pierd<strong>en</strong> la hilación, que el cu<strong>en</strong>to contesta sus preguntas más adelante, que se<br />
corta el clima creado. Pero si nosotros vemos que los chicos están <strong>en</strong>tusiasmados,<br />
metidos <strong>en</strong> la historia, realm<strong>en</strong>te comprometidos, ¿por qué interrump<strong>en</strong>?<br />
¿Por qué ellos mismos cortan un clima que están disfrutando?<br />
Muchas veces necesitan recapitular la historia, porque algún detalle, algún indicio<br />
no les quedó claro. Si no permitimos que esta recapitulación suceda, algo <strong>en</strong> la<br />
trama puede quedar perdido y los chicos podrían quedar fuera del texto; <strong>en</strong>tonces,<br />
ya no habría una lectura. También nosotros, lectores adultos, necesitamos volver<br />
atrás <strong>en</strong> las novelas de muchos personajes, para ver quién era quién y así, una vez<br />
as<strong>en</strong>tados estos personajes <strong>en</strong> su espacio, retomar la lectura.<br />
Veamos otro ejemplo:<br />
Leo... “A la noche sigui<strong>en</strong>te volvió...<br />
y la noche después de esa<br />
regresó... y golpeó ligeram<strong>en</strong>te<br />
la puerta con un hacha...”<br />
Y dic<strong>en</strong> los chicos:<br />
–¡Ah! No le abrieron la puerta<br />
cuando volvió porque ese era el<br />
fantasma de la escoba.<br />
Hay imág<strong>en</strong>es <strong>en</strong> ambas páginas,<br />
sin texto, y los chicos dic<strong>en</strong>:<br />
–Es la escoba con el hacha, parece<br />
el hijo de la escoba porque es más<br />
chiquito. No <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do, ¿es la escoba<br />
o es el fantasma de la escoba?<br />
Vuelvo la página hacia atrás<br />
y releo el texto.<br />
–¡Ah, sí! –dic<strong>en</strong> los chicos–. Era el<br />
fantasma de la escoba y parece que<br />
corre alrededor de la <strong>casa</strong> para que<br />
el señor la vea y se asuste. 10<br />
Como <strong>en</strong> este ejemplo, registro de una clase alrededor de La escoba de la<br />
viuda, de Crhis Van Allsburg, otras veces los chicos van adelantando conclusiones.<br />
Esto es muy interesante porque, lejos de querer “adivinar” lo que vi<strong>en</strong>e,<br />
están planteando hipótesis a partir de lo que escuchan, están mostrando su<br />
propio hilado de la trama; es el modo <strong>en</strong> que su lectura se hace visible.<br />
10<br />
Registro de la maestra Silvia Rodríguez, <strong>en</strong>: Trabajo de Evaluación final del Postítulo de<br />
Literatura Infantil y Juv<strong>en</strong>il, Bu<strong>en</strong>os Aires, CePA, 2004.