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cente. La selección de las micro -
regiones se asentó en varios criterios:
primero, la decisión de los inst
i t u t o res de priorizar el Nore s t e .
Asimismo era necesario que, además
de voluntad política y vocación
económica, estuviesen fuera
del eje dinámico de la economía,
con IDH (Índice del Desarro l l o
Humano), indicador de la ONU
( O rganización de las Naciones Unidas)
que mide la calidad de vida de
las personas, abajo de 0,5.
De las 17 micro - regiones elegidas,
cinco fueron filtradas, y el criterio
final se basó en la re c e p t i v -i
dad con que fueron recibidos los
técnicos cuando visitaron las localidades,
tanto en el Medio Jaguaribe
(Ceará), como en el Bajo Sur
(Bahía) y en la Cuenca de Goitá
(Bacia de Goitá), Pern a m b u c o .
“Nos dimos cuenta que aquellas
comunidades estaban re a l m e n t e
i n t e resadas en recibir el pro y e c t o ”,
dice la presidente del Instituto
Alianza, Neylar Lins.
N e y l a r, que empezó a trabajar
en la Fundación en 1979 y hasta el
2001 fue superintendente, re c u e r-
da que el objetivo principal del proyecto
Alianza es crear una masa
crítica de adolescentes, capaz de
influir y transformar su entorn o
–por eso se ha optado por los pro t a-
gonistas adolescentes con capacidad
de liderazgo. “Actuamos con
adolescentes y con el mundo que
los rodea”, afirma Neylar. “A decir
v e rdad, para definir la actuación
de la Alianza siempre re c u e rdo la
imagen de una foto familiar, donde
un adolescente es escogido, y
o b s e rvamos todo el tiempo las
relaciones a su alrededor: escuela,
f a m i l i a res, trabajo, comunidad”.
La vocación económica de los
municipios es un inductor del proceso
de desarrollo local y perm i t e
c o n c retar los proyectos pro d u c t i-
vos. Neylar agrega: “El pro y e c t o
agosto • 2003
Alianza actúa en micro - re g i o n e s
donde las propuestas y metas de
los institutores puedan fructificar y
generar logros planeados, con productividad
y en el menor plazo
posible, lo que realmente marca la
d i f e rencia”. Ella destaca, inclusive,
la actuación de los asociados, que
no hubiese sido posible sin la
Alianza con el Adolescente.
Viviane Senna, presidente del
Instituto Ay rton Senna, dice que
aunque el proyecto haya atendido
a más de 1.200 adolescentes el
pasado año, el desafío principal es
la implementación de las cadenas
p roductivas y la posibilidad de
otras oportunidades de trabajo y
renta para los jóvenes. “Hay en
Brasil 34 millones de jóvenes entre
15 y 24 años que nacieron en una
etapa del proceso civilizador y van
a vivir, trabajar y educar a sus
familias en otra etapa de ese proceso.
Es la ´joven ola`”, afirm a
Viviane. “Sabemos que gran part e
de esa población no está pre p a r a d a
para enfrentar el reto de vivir en
un mundo globalizado, tecnológico
y excluyente. Es fundamental que
o f rezcamos las oport u n i d a d e s
necesarias para que nuestros adolescentes
puedan descubrir y
t r a n s f o rmar su potencial en capacitaciones.
De ese modo, todos
serán beneficiados: el joven, la
comunidad, el país y, por supuesto,
el mundo”.
Para ella, “la Alianza con el
Adolescente es un trabajo de suma
i m p o rtancia que necesita la dedicación
de todos y la unión de fuerzas
de las organizaciones involucradas
y el poder público. Es una
inversión que vale la pena porq u e
p e rmite cambios radicales y señala,
después de cada acción concretada,
que estamos en el buen
camino y que el futuro de esos
jóvenes puede ser diferente -un
f u t u ro vencedor”.
Viviane Senna: o p o rtunidades para que
el adolescente desarrolle su potencial
Francisco Ta n c redi, D i rector de la
Fundación W. K. Kellogg
Neylar Lins: atenta al adolescente y a
sus relaciones
Maurício Medeiros: enseñar a criar
peces antes de pescarlos
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