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Así fue que se instaló en la escuela de Ta t u o-
ca energía eléctrica: a través de un pro g r a m a
denominado “Luz en las Escuelas”, de Chesf,
mantenido por el gobierno federal y estadual,
por la Universidad Federal de Pernambuco y
por Chesf. La secretaría de Educación y la alcaldía
de Ipojuca, municipio al cual pert e n e c e
Tatuoca, apoyaron el trabajo desarrollado por
el equipo de Odebrecht y pasaron a suministrar
la merienda escolar. Suape suministra el
gas y el barco que conduce la profesora a la
e s c u e l a .
Cuando el grupo de “Manos a la Obra”
d e s e m b a rcó en la isla, solamente 36 habitantes
tenían cédula de identidad y cuarenta constaban
en el re g i s t ro civil. Se llevó a cabo un
trabajo compartido para que las personas sacasen
documentos. A raíz de ello, tres familias
reciben hoy una beca suministrada por el
g o b i e rno. Todos los niños fueron vacunados.
La merienda llega a la escuela. Una campaña
para recaudar latas de refrigerantes re u n i ó
material suficiente para instalar, dentro de un
p royecto desarrollado por Latasa, industria del
ramo, un ventilador para la escuela. Desde el
2001, funcionarios de Promon, que actúa hoy
día en consorcio con Odebrecht, en Suape,
a d h i r i e ron al movimiento voluntario.
Hay otros movimientos visibles. Al lado de
algunas casas existen plantaciones de maíz, mandioca
y frijoles. Con la posibilidad de regar las
plantaciones con agua del pozo, aún en épocas
de sequía, las familias están siendo estimuladas
a plantar verduras. La alimentación, por lo tanto,
se ha vuelto más diversificada –lo que re s u l-
ta en más salud, más ánimo y más vitalidad.
Se cuenta en la región que la población de
Tatuoca vivía a 120: comía cuarenta por la mañana,
cuarenta a la hora del almuerzo y más cuarenta
de noche. Cuarenta es polenta con harina
de maíz cocida. “A los niños todavía les gusta la
c u a renta, pero se están acostumbrando a alimentos
diferentes. Nadie más vive a ciento veinte”,
dice la profesora Maria José Andrade de Santana,
que enseña en la escuela de Tatuoca. “Este
trabajo exige tiempo y persistencia. Nuestra propuesta
es crear condiciones para que surja una
Salón de clase:
escuela de
Tatuoca vuelve
a funcionar
nueva generación de ciudadanos,
que no necesiten que
nadie les haga las cosas”, dice
Joyce Lima.
28 Odebrecht Informa agosto • 2003