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do empecé a trabajar directamente bajo las órdenes de
esos maestros, al respeto personal que les tenía se sumó
el respeto profesional. Soñaba en que un día me volvería
tan confiable para ellos como ellos eran confiables para
mí. En 1944, cuando se creó la Organización Odebre c h t ,
h e redé un pasivo, que eran las deudas de la Emílio Odeb
recht & Cía, y un activo, re p resentado por esos maestro s .
Guiado por la intuición, les propuse que actuasen como si
fuesen mis socios, re p a rtiendo resultados, en vez de simplemente
“recibir salarios”. Aquellos hombres decidieron
respetar al ingeniero recién egresado y, con el tiempo,
pasaron a confiar en él. Los resultados demostraro n
que la intuición no había fallado; que por medio de la descentralización,
de la delegación planeada y de la sociedad
había sido posible pagar todas las deudas, consolidar una
e m p resa exitosa y, por ende, asegurar a sus maestros más
ancianos los recursos necesarios para que pudiesen disf
rutar una jubilación tranquila. Desde entonces, me convencí
de que es posible establecer un círculo virtuoso en
que la disciplina genera respeto, con base en el cual se
p rofundiza la confianza.
O I – Volviendo al desarrollo sustentable, ¿cómo se ha
aplicado ese concepto al trabajo de la Fundación Odeb
re c h t ?
NO – La Fundación Odebrecht actúa en el terreno del desarrollo
local, conjuntamente con el Instituto Ay rton Senna, la
Fundación Kellogg y el BNDES. Estamos concentrados en
t res regiones del Noreste: el Medio Jaguaribe, en plena
región semi-árida de Ceará: la Cuenca de Goitá, en la transición
entre la Zona da Mata y el Agreste de Pern a m b u c o ;
y el Baixo Sul de Bahía, a cerca
de 150 kilómetros de Salv
a d o r, donde predomina el
clima tropical húmedo. En
esos tres lugares, lo re g i o n a l
equivale al conjunto de
comunidades en las cuales
la acción de promover el
d e s a rollo es decidida y ejecutada
con éxito. En el caso
del Baixo Sul de Bahía, estamos
implantando la Cadena
P roductiva de Mandioca, la
Cadena Productiva de Acuicultura,
la Cadena Pro d u c t i-
va de P u p u n h a(especie de
palma) y una serie de instituciones,
con o sin fines de
l u c ro, volcadas en el cre c i-
N o r b e rto Odebre c h t
Nacido en Rec i fe, en 1920, Norberto Odebrecht empezó a tra ba j a r
a los 14 años, en la empresa del pa d re, Emílio Odebrecht, en Salva d o r.
En 1944 fundó la Co n s t ru c t o ra Norberto Odebrecht. Era el co m i e n z o
de la Organización Odebrecht.
En 1968, lanzó el libro ¿De qué necesitamos?, el primero de una
b i b l i og rafía que sistematiza la Tec n o l ogía Empresarial Odebrecht
(TEO), conjunto de co n ce p t os y principios fi l os ó fi cos, que co n s t i tuye n
la marca principal de la Organización Odebrecht.
En 1998, después de tra n s ferir la Presidencia del Consejo de
A d m i n i s t ración de Odebrecht S.A. a su hijo Emílio, asumió la
Presidencia de la Fundación Odebrecht, institución de la cual fue uno
de los fundadores, en 19 6 5 .
Como líder de la Fundación, se convirtió en un estu d i oso del Te r ce r
S ec t o r, al que atribuye un pa pel dec i s i vo en la búsqueda de so l u c i o n e s
pa ra los problemas bra s i l e ñ os. Con su ex periencia como empre s a r i o
y educador, ha contribuido pa ra pe r feccionar la actuación de la
Fundación Odebrecht y de las entidades que la misma apoya .
miento y la valorización de los capitales humano, social,
p roductivo y ambiental. Nuestro objetivo en esa región, al
igual que en las demás, no se limita a promover el “cre c i-
miento económico”, sino a contribuir para la formación y
la valorización de esos cuatro tipos de capital.
O I – ¿Cuál es el objetivo final, esencial, de todo ese trabajo
de la Fundación Odebre c h t ?
NO – Al operar la red integrada por instituciones formadas
por las fuerzas vivas de la región, tratamos de
t r a n s f o rmar la utopía en algo realizable, por interm e-
dio de una visión de futuro y del todo que nos perm i t a
cambiar las actuales condiciones, hacia un futuro deseable.
Es por eso que cada uno de nuestros proyectos es
seguido, valuado y juzgado en función de su aporte a
la calidad de vida del beneficiario final. El desarro l l o
exige innovaciones. Innovaciones exigen cambios en
las percepciones y las conductas de las personas. Para
c a m b i a r, no basta que cada persona evolucione, sino
que necesitan adaptarse a las nuevas condiciones, por
i n t e rmedio de asociaciones dinámicas, perm a n e n t e-
mente actualizadas de acuerdo a las necesidades, oportunidades
y situaciones.
O I– Nos gustaría terminar la entrevista con un re s u m e n
s o b re desarrollo y transformaciones sociales.
NO – D e s a rro llo es sinónimo de desarrollo social, que, a
su vez, presupone cambios sociales. Y los cambios sociales
derivan de actitudes y conductas adecuadas, que no
se pueden imponer. No se puede promover el desarro -
llo por medio de políticas intervensionistas, centralizadas
o verticalizadas. Conceptos
como “arriba” y
“abajo” ya no se aplican a
la sociedad contemporánea,
que se organiza en red y no
en pirámide. En vez de tutel
a r, hay que confiar y, confiando,
desconcentrar, desc
e n t r a l i z a , delegar, r asociar,
re p a rtir y compart i r. Solamente
así se podrá crear la
esperanza y la motivación,
p romover la inteligencia
colectiva y profundizar la
confianza. La sociedad de
n u e s t ros sueños, repito, es
la sociedad de confianza
d e s b u rocratizada al máximo.
agosto • 2003
Odebrecht Informa 5