04.07.2014 Views

Mirar las grietas - Universidad de Los Andes

Mirar las grietas - Universidad de Los Andes

Mirar las grietas - Universidad de Los Andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La literatura cruel<br />

Miguel Ángel Campos<br />

bien común, <strong>de</strong>bemos inquirir por aquellos otros que lo aproximan <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

una ejecutoria menos sospechosa. Por esta posibilidad se pregunta un<br />

autor como José Balza cuando explora el intercambio <strong>de</strong> los grupos menesianos,<br />

habla <strong>de</strong> un universo don<strong>de</strong> sea posible “la existencia para seres<br />

parejos, hondos y verda<strong>de</strong>ros”. La exigencia <strong>de</strong> Balza tiene no obstante<br />

una amarga constatación, dice: ¿”Cuántos años pue<strong>de</strong> durar en Venezuela<br />

la pureza <strong>de</strong> una amistad o <strong>de</strong> un amor? Todo es tan fugaz, aquí, que inexorablemente<br />

el inteligente <strong>de</strong>be ser sacrificado: por su amante, por sus<br />

amigos, por la política, por el país”. Grave, dolida, su queja retumba en<br />

nuestra ruta <strong>de</strong> extraños y nos encara con la vergüenza ontológica, ¿sorpren<strong>de</strong><br />

acaso que un crítico, al situar la obra <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> nuestros más <strong>de</strong>dicados<br />

constructores <strong>de</strong> imaginario haga esta c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> señalamientos?<br />

Pues tal vez si, el crítico ha visto el vacío <strong>de</strong> la mala conciencia, pero también<br />

unos personajes, espectadores <strong>de</strong>tenidos, esperando un cambio <strong>de</strong>l<br />

estado <strong>de</strong>l tiempo, no es sino ese el tenso clima <strong>de</strong> aquellos que miran la<br />

ciudad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ventana <strong>de</strong> unas oficinas, en la novela <strong>de</strong> Meneses El falso<br />

cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> Narciso Espejo (1951).<br />

Conjunto <strong>de</strong> síntomas <strong>de</strong> un gentilicio en un cuadro sin duda<br />

amargo, pero fuera <strong>de</strong> toda duda y toda sospecha <strong>de</strong> maledicencia, la audacia<br />

<strong>de</strong> Pardo <strong>de</strong>scubre <strong>las</strong> carencias <strong>de</strong> una comunidad y propone esta<br />

falta como fuente <strong>de</strong> la infelicidad. Una c<strong>las</strong>ificación somera <strong>de</strong> aquel espectáculo<br />

nos daría un catálogo <strong>de</strong> perversiones: la cortesía no proverbial<br />

sino ladina, el culto <strong>de</strong> la inocencia <strong>de</strong> la comunidad, la sociedad victimizada<br />

(el mito <strong>de</strong> <strong>las</strong> instituciones culpables), la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la solidaridad,<br />

el igualitarismo <strong>de</strong>magógico. Expresiones <strong>de</strong> un gran drama <strong>de</strong> fondo, el<br />

<strong>de</strong> unas relaciones societarias perturbadas; si buena parte <strong>de</strong> la literatura<br />

podía omitir estos ritmos, <strong>las</strong> pausas prevenidas nos han dado momentos<br />

sólo para el escándalo o la indiferencia. A la novela <strong>de</strong> Pardo <strong>de</strong>beríamos<br />

añadir El señor Rasvel (1934), <strong>de</strong> Miguel Toro Ramírez, la misma novela <strong>de</strong><br />

Meneses, esa Batalla hacia la aurora, <strong>de</strong> Mariño Palacio, momentos estelares<br />

en la captación <strong>de</strong> unas pulsiones, en la fijación <strong>de</strong> un carácter en el<br />

que los elementos pintorescos han sido filtrados y el condicionamiento<br />

cultural es visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su acción más estable.<br />

El señor Rasvel ha permanecido sepultada en la sección <strong>de</strong> libros<br />

raros <strong>de</strong> la Biblioteca Nacional durante 70 años, leerla y escon<strong>de</strong>rla diligentemente<br />

<strong>de</strong>bió ser un sólo acto. No era para menos, mostraba la vida<br />

novedosa <strong>de</strong>l hacer petrolero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva ajena a cualquier<br />

181

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!