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Mirar las grietas - Universidad de Los Andes

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La literatura cruel<br />

Miguel Ángel Campos<br />

182<br />

conciliación criollista, a todo dolido nacionalismo. Frente a la apoteosis <strong>de</strong><br />

Mene (1935), aureolada <strong>de</strong>l prestigio <strong>de</strong> la censura, casi mártir, y cuyas ediciones<br />

se multiplican en pocos años, El señor Rasvel <strong>de</strong>bía quedar <strong>de</strong>splazada<br />

<strong>de</strong>l alcance <strong>de</strong> los lectores. A<strong>de</strong>más, nadie iba a enten<strong>de</strong>r aquella historia<br />

paralela <strong>de</strong> un país <strong>de</strong> sujetos agudos pero venales cuando todos<br />

estaban encareciendo <strong>las</strong> bonda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong>primido y doliéndose<br />

<strong>de</strong> <strong>las</strong> tradiciones laceradas por el nuevo or<strong>de</strong>n, y ya el tipo duro <strong>de</strong>l gringo<br />

insolente estaba canonizado. Mene, en cambio, interpretaba los sucesos<br />

<strong>de</strong>l día <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una valoración previsible y exitosa, en primer plano los <strong>de</strong>sconcertados<br />

que <strong>de</strong>bían ser amparados hasta el tutelaje, en el fondo el lamento<br />

sempiterno <strong>de</strong> la criatura impávida en el primer día <strong>de</strong> la creación<br />

y que se me ocurre sintético en la conocida gaita <strong>de</strong> Ricardo Aguirre:“Maracaibo<br />

marginada y sin un real”.<br />

La trama <strong>de</strong> aquella novela no sólo pone en aprietos la imagen<br />

<strong>de</strong> lo nacional puro y justo y lo extranjero codicioso y corruptor, sino que<br />

<strong>de</strong>scubre como un fino cirujano el <strong>de</strong>licado tejido <strong>de</strong> fondo los paradigmas<br />

<strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> nociones que ya estaban formándose en el imaginario<br />

social, listos para sustentar la eficacia <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo para <strong>las</strong> próximas<br />

generaciones. Riqueza, bienestar, seguridad, son todas categorías<br />

alimentadas por un extraño concepto <strong>de</strong>l dinero que hace <strong>de</strong> éste un<br />

agente gestor, atesorar será la expectativa <strong>de</strong> una sociedad dispuesta a enten<strong>de</strong>r<br />

el perjuicio sólo como la fricción con los intereses <strong>de</strong>l otro, y en la<br />

cual el entorno no existe como continuidad <strong>de</strong> una heredad mayor. De la<br />

abismal disección <strong>de</strong> la novela po<strong>de</strong>mos espigar elaboraciones como<br />

aquella <strong>de</strong> lo que es robar.“¿Compren<strong>de</strong> usted? Esta es la base <strong>de</strong> todo y<br />

eso no es robar. Robar es quitarle lo necesario a un pobre. ¿No lo cree<br />

usted? Uno no pue<strong>de</strong> ser tan tonto. Aprovechar sin perjudicar. El día que usted<br />

tenga ese credo será un hombre feliz”. O esa mea culpa <strong>de</strong>l propio<br />

Rasvel cuando <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> retirarse, la enmienda supone sólo su propia contención:<br />

que los <strong>de</strong>más sigan pecando para mejor enaltecer su nueva condición.<br />

Es el festín <strong>de</strong> los avisados, <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> olfato para los negocios,<br />

estén en un Ministerio o en la modorra <strong>de</strong>l sector terciario,<br />

<strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> la economía para signar la compraventa, pero es también<br />

el espectáculo pasivo <strong>de</strong> quienes observan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sombra, aquellos<br />

melancólicos <strong>de</strong> lo que ni siquiera han imaginado, los <strong>de</strong>nunciadores <strong>de</strong>l<br />

bienestar que no llega y que harán suya la tesis <strong>de</strong>l petróleo perverso, reflujo<br />

<strong>de</strong>l sentido común para explicar el fracaso y que termina justificando<br />

a una c<strong>las</strong>e dirigente.

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