las comunidades de peces del río guadiamar y el accidente minero ...
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Apéndice II<br />
En la cuenca <strong>de</strong>l Guadiamar, la gambusia ha colonizado los tres tramos <strong>de</strong>l cauce<br />
principal, <strong>el</strong> <strong>río</strong> frailes, <strong>el</strong> arroyo Ardachón e incluso es la única especie que persiste en<br />
<strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>l arroyo <strong>de</strong> Majaberraque (Fig. 16).<br />
Hembra <strong>de</strong> gambusia y su carga <strong>de</strong> embriones presionada hacia<br />
<strong>el</strong> exterior..<br />
Su reproducción es muy peculiar.<br />
La fecundación, a diferencia <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
anteriores especies <strong>de</strong>scritas, es interna,<br />
ya que <strong>el</strong> macho se sirve <strong>de</strong> la<br />
prolongación <strong>de</strong> su aleta anal o<br />
gonopodio para introducir <strong>el</strong> esperma<br />
en la hembra, la cual irá <strong>de</strong>sarrollando<br />
en sus ovarios sucesivos lotes <strong>de</strong><br />
embriones, que irá expulsando cada 20-<br />
30 días. Los recién nacidos tardan alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 8 semanas en madurar, lo que suscita la<br />
aparición <strong>de</strong> una tercera e incluso una cuarta generación en <strong>el</strong> mismo pe<strong>río</strong>do<br />
reproductivo, que abarca <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> primavera a mediados <strong>de</strong> otoño, con un<br />
máximo <strong>de</strong> actividad en verano. Exhaustos por la reproducción, los individuos mueren.<br />
Si los nuevos individuos nacen a finales <strong>de</strong>l pe<strong>río</strong>do reproductivo, esperan al año<br />
siguiente para reproducirse, alcanzando un mayor tamaño y siendo por en<strong>de</strong> más fértiles<br />
(Busack y Gall, 1983; Pena y Domínguez, 1985; Fernán<strong>de</strong>z-D<strong>el</strong>gado, 1989; Pyke,<br />
2005).<br />
Prefieren aguas tranqui<strong>las</strong>, superficiales y con vegetación abundante en <strong>las</strong> oril<strong>las</strong><br />
(Casterlin y Reynolds, 1977), aunque son capaces <strong>de</strong> adaptarse a bajas concentraciones<br />
<strong>de</strong> oxígeno, consi<strong>de</strong>rables niv<strong>el</strong>es <strong>de</strong> contaminación y <strong>el</strong>evadas temperaturas, e incluso<br />
se extien<strong>de</strong>n a zonas estuáricas con alta salinidad don<strong>de</strong> compiten ferozmente con los<br />
ciprinodóntidos autóctonos (Alcaraz y García-Berthou, 2007). Su dieta consta<br />
principalmente <strong>de</strong> cladóceros, quironómidos, larvas <strong>de</strong> insectos y huevos <strong>de</strong> otros <strong>peces</strong><br />
(García-Berthou, 1999).<br />
Su exitosa estrategia reproductiva y la alta tolerancia que <strong>de</strong>muestra a tan distintas<br />
aguas, son la clave <strong>de</strong>l éxito como colonizador <strong>de</strong> esta especie invasora.<br />
Estado <strong>de</strong> Conservación: Exótica, Invasora.<br />
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