Justo González – No Creáis A Todo Espíritu
Justo González – No Creáis A Todo Espíritu
Justo González – No Creáis A Todo Espíritu
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Capítulo 6<br />
En todo lo que antecede hemos tratado de desarrollar algunas<br />
pautas teológicas para nuestra evaluación de los nuevos movimientos<br />
religiosos que aparecen en nuestros días. Tales pautas son importantes<br />
porque no podemos sencillamente dar por sentado que todo<br />
cuanto sea nuevo es necesariamente malo o errado. Este ha sido<br />
uno de los principales problemas que encontramos al tratar de juzgar<br />
tales movimientos. Durante toda la Edad Media se pensó que<br />
todo cuanto fuese nuevo debía ser rechazado. El decir que algo era<br />
una "innovación" constituía un juicio negativo. Sencillamente se<br />
daba por sentado que los antiguos tenían siempre razón. Luego,<br />
si alguien proponía un nuevo modo de entender o de hacer algo,<br />
casi siempre bastaba con decir que era una innovación, y ya con<br />
eso se le rechazaba. Pero hoy la situación es diferente. La Edad<br />
Moderna representó todo un cambio de actitud al respecto. Para<br />
los modernos, mientras más nuevas sean las cosas y las ideas, mejores<br />
son. Luego, al hablar de nuevos movimientos religiosos, no<br />
podemos sencillamente desentendemos de ellos, o usar como nuestro<br />
mejor argumento el hecho mismo de que son nuevos. El que<br />
algo sea nuevo no quiere decir necesariamente que sea malo o errado;<br />
al contrario, en nuestra sociedad moderna se privilegia lo nuevo, y<br />
se le considera correcto y mejor que lo viejo, al menos hasta que<br />
se pruebe lo contrario. En tales circunstancias, el error de muchas<br />
de las iglesias más antiguas ha estado en pensar que bastaba con<br />
declarar que algo era nuevo, y ya con eso se le refutaba, como se<br />
hacía en la Edad Media. Para nuestra sorpresa, lo que vemos a nuestro<br />
derredor es todo lo contrario: La sed por lo nuevo ha llevado a<br />
muchas personas, no solo a apartarse de las iglesias tradicionales,<br />
sino a seguir una fe mariposeadora, que va siempre tras lo más nuevo<br />
y de última hora.