Memoria institucional 2002 - Grade

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Grupo de Análisis para el Desarrollo
¿Por qué dedicarse a la investigación en el Perú
Frecuentemente, nuestros amigos formulan esta pregunta, e incluso nosotros mismos, en algunas
ocasiones, nos la hacemos. En un país de escasos recursos y múltiples y graves necesidades,
¿Qué sentido tiene dedicarse a la investigación ¿No sería mejor destinar todos los recursos
humanos y financieros disponibles a aliviar la pobreza ¿Acaso investigaciones realizadas en
otros países no han dejado ya conocimientos suficientes que podríamos aplicar al Perú
Estos cuestionamientos son legítimos. Sin embargo, a menudo hemos percibido, en intercambios
con variadas audiencias, que el conocimiento generado a través de nuestros estudios ha
ayudado de manera indirecta o directa al desarrollo del Perú. En el terreno de las ciencias
sociales, el conocimiento internacional es un referente crucial, pero, por lo general, los fenómenos
tienen características específicas del contexto en el que ocurren. Así, estudiarlos permite
obtener información relevante para diseñar políticas públicas más eficientes y efectivas con
miras a mejorar la calidad de vida de la población.
Por ello, la investigación que hacemos es principalmente aplicada. Se trata de un tipo de
investigación orientado a entender mejor los principales problemas que afectan de manera
crónica a los peruanos y a los latinoamericanos; y es un tipo de investigación que apunta a
proponer alternativas de política para solucionar estos problemas.
Pero no podemos negar que también hacemos investigación por nuestro afán de comprender y
construir conocimiento, que, por lo demás, es una tendencia inherente al ser humano. El
Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) ha avanzado mucho en el proceso de consolidarse
como una institución que contribuye eficazmente al diseño y debate de las políticas
públicas a través de un análisis crítico, objetivo y basado en el trabajo académico de sus investigadores.
Pero a pesar de un trabajo institucional que lleva ya más de 20 años, podemos decir
que todavía tenemos más preguntas que respuestas. En el futuro esperamos mantener este
sano balance, para seguir colaborando con la teoría y la práctica de las ciencias sociales en
América Latina.